Puede que se haya olvidado tras más de dos años de pandemia en los que la mayoría de actos multitudinarios han quedado suspendidos o se han celebrado con un aforo muy limitado, pero España aún sigue en alerta 4 por amenaza terrorista. El yihadismo sigue siendo una amenaza y las Fuerzas yCuerpos de Seguridad del Estado no le quitan el ojo pese a variar sus funciones por la irrupción de la covid-19. La que comienza el domingo será la primera Semana Santa de la nueva normalidad y se prevé tan multitudinaria como las anteriores a 2020. Por eso, tanto la Policía Local como la Nacional llevarán a cabo un amplio dispositivo para evitar que se perturbe la tranquilidad de los burgaleses.
Aunque los actos religiosos no comenzarán hasta el Domingo de Ramos, día 10 de abril, la Policía Local ha preparado un operativo especial a partir de este mismo viernes. Se espera tanto la llegada de burgaleses residentes en otras provincias como turistas que, probablemente, llenen los hoteles de la ciudad a juzgar por la buena marcha de las reservas. Esto hace prever un considerable incremento de ciudadanos en las calles, principalmente en el centro de la capital, donde están programados los actos centrales de Semana Santa.
Así, desde entre los días 8 y 17 de abril habrá desplegados en las calles entre quince y veinte efectivos de refuerzo del cuerpo municipal. El dispositivo estará enfocado principalmente a la seguridad de las procesiones, así como a labores de apoyo tales como cortes de vías y controles de aforo en los lugares donde se celebren los mencionados actos religiosos.
Por su parte, la Policía Nacional también incrementará el número de efectivos a lo largo de los próximos diez días. Fuentes de la Comisaría Provincial confirman que habrá un refuerzo de los servicios, tanto de las unidades uniformadas como las de paisano, que prestarán especial atención a la protección de los grandes eventos como la procesión del Encuentro del Jueves Santo y la de la Pasión un día después.
Desde el cuerpo nacional recuerdan, además, que España continúa en alerta 4 por amenaza terrorista, la cual obliga a estar especialmente alertas en festividades de este tipo, que concentran numerosos actos multitudinarios que pueden dar lugar a grandes aglomeraciones de personas, algo que no estaba ocurriendo los dos últimos años.
Y es que no hay que olvidar que los terroristas islámicos no necesitan armas o explosivos para sembrar el pánico, pues como ocurrió en 2017 en Barcelona les vale una furgoneta o un turismo para arremeter contra la población. Por eso, es clave la protección de zonas con vehículos policiales. Elementos móviles que puedan desplazarse con facilidad en caso de que sea necesaria una evacuación rápida de personas o si se produce una 'estampida' durante uno de los actos de más afluencia de público.
Ambos cuerpos policiales se coordinarán a lo largo de estos días para llevar a cabo éstas y otras labores de seguridad ciudadana, como la persecución a la delincuencia a una escala menor que también suele aprovechar épocas como la Semana Santa para cometer infracciones. Así, habrá especial atención a los hurtos, que suelen cometerse en zonas con grandes aglomeraciones. Una vigilancia similar a la que se lleva a cabo en otras fechas como Sampedros o Navidad, cuando se pone en marcha una especial protección del comercio local.
También habrá atención a las riñas o peleas que puedan producirse en ambientes de ocio, principalmente en horario nocturno. Y es que las zonas de copas no solo han recuperado la afluencia perdida por el covid-19, sino que en algunas se han vuelto conflictivas.