La vía ferrata de Silanes ampliará su tramo K4

S.F.L.
-

La idea de Beloaventura es unir el área donde se ubica el local de alquiler de material y bar con el río a través de pasamanos y puentes

La seguridad está garantizada en el recorrido a través de un cable de acero, del arnés y los mosquetones. - Foto: Beloaventura

La arriesgada apuesta de la entidad local menor de Silanes por atraer turismo de aventura con la construcción de una vía ferrata ha funcionado tan bien que en los próximos meses incrementará la dificultad del tramo ya existente de nivel K4, inaugurado el pasado año, además de la parte final del recorrido K3. A la vista de que durante su primer año de vida la instalación ha recibido a usuarios de todas las edades, la empresa encargada de las labores de equipación, Beloaventura, proyecta también ubicar un tramo infantil antes de llegar a la entrada oficial de la ruta que «conectará el bar con el río por una especie de pasamanos, donde añadiremos algún puente sencillo destinado a grupos de niños», explican fuentes de la empresa. 

Enmarcada dentro del paraje del Parque Natural de los Montes Obarenes-San Zadornil, el tramo recorre la parte alta del pueblo, y a pesar de que en un primer momento planearon un itinerario abierto de dificultad K3, finalmente se incluyó una ruta alternativa más compleja que enlaza con la original para los más atrevidos. Sin embargo, las más de 4.000 personas que probaron sus habilidades en las diferentes paredes de piedra han animado a que el proyecto coja más fuerza y crezca. Hasta el momento, el itinerario existente es de una única dirección y el tiempo estimado para recorrerlo asciende a la hora y media, dependido de la experiencia de cada uno. 

Se trata de un trayecto equipado con escalones de grapas, cables, puentes y un péndulo que requiere de unos conocimientos básicos del uso de material, y aunque según los datos que ofrece la compañía en torno al 80% de los usuarios lo realizan por libre, el 20% restante contrata empresas de aventura con guía. Durante la vía se alcanza un desnivel máximo de 50 metros con tramos rocosos que exigen esfuerzo físico y el recorrido se desarrolla a través de un itinerario horizontal y vertical, en el que un péndulo colgado de una pared hace vibrar a más de uno.

La seguridad está garantizada en todo momento a través de un cable de acero instalado en el recorrido, del arnés, provisto de un disparador de energía, y de los mosquetones especiales para vía ferrata. Cada usuario está obligado a llevar su propio material (casco, arnés, cabos de anclaje con disparador, mosquetones, cuerda de seguridad y guantes), pero también cabe la posibilidad de alquilarlo en el punto de información ubicado en la parte baja, donde también es posible comer. 

El proyecto, incluido dentro del plan 3 comarcas, que trabaja de forma conjunta con Busto de Bureba, Valle de Tobalina y Miraveche, busca el desarrollo de la zona al poner en común servicios infrautilizados y de calidad. Este plan en concreto  contemplaba la realización de un recorrido más sencillo, alcanzando un nivel K2 y destinada para todos los públicos, pero las características de las piedras permitieron que se crearan tramos de K3 y K4 en el que no hay tantas grapas pero sí mucha más roca que requiere utilizar bastante las manos en un desarrollo de unos 150 metros en el que se combina un mixto entre la escalada y la vía ferrata. Con las nuevas ampliaciones previstas para el 2023 se busca atraer más amantes de este deporte, tanto pequeños como adultos.