La iglesia de San Esteban de Canicosa de la Sierra está construida sobre una roca que mana agua, por lo que siempre ha arrastrado problemas de humedad en su suelo. Un inconveniente al que se le está poniendo solución con la actuación que se está ejecutando en el templo en la actualidad y que afecta al 100% de su superficie. Tras retirar la tarima y los machones que la sujetaban, algunos en muy mal estado, se ha procedido a la construcción de una cámara bufa en todo su perímetro, que va a permitir que circule el aire procedente del exterior por el subsuelo para secar la humedad. «Para ello ha habido que hacer varios agujeros en los muros de la iglesia. La corriente que se genera, ese movimiento de aire, hace que se seque y que la humedad no afecte», explica Ramiro Ibáñez, alcalde de la localidad pinariega.
La intervención en la iglesia comenzó hace algo más de dos semanas y también ha consistido en colocar una capa de aislante que después se ha cubierto con una cámara de hormigón. «No son unos trabajos extensos en el tiempo, pero el hormigón ahora se tiene que secar, hay que esperar para después colocar sobre él tarima de madera de pino», explica Ibáñez, que relata que el hormigón se ha echado con fibra de vidrio en vez de con mallazo.
El motivo de la elección de ese material es facilitar unos futuros trabajos que también se desarrollarán en el interior del templo y que tienen que ver con un estudio arqueológico de este lugar. «En unos días está previsto que un técnico pase un georradar para detectar, posiblemente, la estructura de la anterior iglesia o restos de tumbas», explica Ibáñez, que adelanta que posteriormente, con la información que se aporte gracias a esta técnica, se elaborarán videoguías u otros elementos para informar sobre lo que esconde la iglesia bajo ella. Ya el año pasado se realizaron trabajos de carácter arqueológico de muros hacia afuera, «para conocer las diferentes estructuras y las distintas épocas de intervención».
El coste total de la intervención que se está ejecutando asciende a 60.000 euros, de los cuáles 20.400 son aportados por la Diputación, 15.700 por el ayuntamiento y el resto, unos 23.900, por la parroquia y los feligreses. Con esta actuación se completa además la realizada hace algunos años en el exterior, en la que se procedió al drenaje de los muros, y que ya sirvió para frenar estos problemas de humedad, como explica el alcalde.
Los oficios religiosos se están celebrando durante el desarrollo de esta obra en la ermita de San Roque.