Francisco Muro de Iscar

MUY PERSONAL

Francisco Muro de Iscar

Periodista


No queda nada de aquel PSOE

28/10/2022

No, no queda casi nada de aquel PSOE que en la transición dio el sorpasso al Partido Comunista, el único que había ejercido la oposición al franquismo. Lo hicieron un grupo de jóvenes políticos, encabezados por Felipe González y Alfonso Guerra, que aterrizaron en la realidad, acabaron con los históricos en el exilio y vieron que era posible ganar.
Se cumplen ahora cuarenta años de "la foto del Palace", con González y Guerra asomados a una ventana del hotel madrileño. Esa imagen da título al excelente libro de Fernando Jáuregui que explica cómo alcanzaron el poder y como han llegado hasta aquí. Es todo un símbolo. Casi uno de cada dos votantes les respaldó. Nadie ha logrado un apoyo tan amplio. Pero tampoco nadie que viviera aquellos momentos se podría imaginar dónde iba a estar cuarenta años después ese partido, laminados el "felipismo" y el socialismo por el sanchismo.
Lo primero que hicieron Felipe, Guerra y el pequeño grupo que estaba en la dirección del PSOE, antes de ganar las elecciones del 82, fue renunciar al marxismo como ideología y símbolo referente del partido. Luego, tras la marcha de Adolfo Suárez y el interregno forzado de Calvo Sotelo, llegó la hora del PSOE, el partido que más años ha gobernado España desde 1977.
No fueron tiempos fáciles. Se celebró el juicio contra los golpistas, se negoció el ingreso en la Comunidad Económica Europea, se dio marcha atrás en el rechazo a la OTAN -"de entrada, no"- y se hicieron numerosas reformas en terrenos como la justicia, la sanidad pública, la economía, la educación -muchos de los males actuales vienen de la LOGSE, la gran reforma educativa de esos tiempos-. Se cerraron muchas industrias de sectores obsoletos, se privatizaron empresas públicas, creció sustancialmente la inversión extranjera, se intervino Rumasa, se fusionaron bancos, Europa se volcó, llegaron los fondos de cohesión... En definitiva, se modernizó el país. Luego vinieron los Juegos Olímpicos, la Expo... y la corrupción y el GAL.
Hace pocos días, González, Zapatero y Sánchez inauguraban una exposición sobre estos cuarenta años. Hay una foto, otra como la del 82, que explica donde está hoy el PSOE: Sánchez, exultante, protagoniza aquello que no conoció y el legado que ha roto. Rodríguez Zapatero le mira derretido. Y Felipe González, el político que hizo posible el cambio social y político y consolidó la transición y la democracia, amenazadas por el golpismo y por los asesinatos de ETA, está serio, un poco apartado, mirando para otro lado. El PSOE ha hecho un documental conmemorativo de los 40 años en el que entrevista a Sánchez y Zapatero, pero no a Felipe. A Alfonso Guerra, el otro gran protagonista de la etapa más importante del socialismo en democracia, ni le invitaron. El sanchismo se apropia de todo.
Fernando Jáuregui dice que Pedro Sánchez no se va a presentar a las próximas elecciones y que aspira a presidir la Internacional Socialista y a buscar un sitio en Europa o, incluso, en la OTAN. Ya veremos. También dice que no tiene delfín, y que es un oportunista y una víctima de sí mismo y de su afán de poder. Asegura que es discutido en el PSOE. Yo creo que nadie se atreve, por miedo a la laminación y más ahora que vienen elecciones. Está en manos del peor populismo posible, el de su socio de gobierno, y de quienes le sostienen desde fuera. En lugar de irse al centro, como hizo Felipe, y gobernar para todos, se escora cada día más a la izquierda, contribuye a la degradación institucional y es capaz de lo que sea por seguir en el poder.
Alguien que conoce bien lo mejor y lo peor de la política y que fue muy importante en la victoria de Felipe en 1982, Julio Feo, dice que "Iglesias es lo peor que ha pasado en política". Pero me preocupa mucho que diga también que Sánchez "va haciéndolo cada día mejor... Ha habido varios Pedro Sánchez. Poco a poco está solucionando el tema catalán, se ha amainado al menos; y también va solucionando la cuestión económica. Pese a las encuestas, no me sorprendería que volviera ganar". Otros cuatro años de sanchismo y de frentismo no solo acabarían definitivamente con el PSOE...