El problema de la despoblación hace estragos en cada rincón de la provincia, pero su efecto negativo se multiplica en las pequeñas localidades que forman parte del territorio burgalés. Por eso, el fenómeno demográfico protagonizado por los pueblos del alfoz de Burgos invita a sus regidores a echar el resto para que este pequeño 'boom' no sea transitorio o fruto de una tendencia social efímera y puntual.

Los diferentes ayuntamientos trabajan para ofrecer los mejores servicios a sus ciudadanos, pero hay factores que son diferenciales y uno es la escuela. «Los colegios afianzan la población en los entornos rurales y hemos notado que los padres de nuestros alumnos son muy jóvenes», resume Francisco González, director del CEIP de Villagonzalo Pedernales. Este centro (ver foto) suma 328 niños y es un punto de apoyo fundamental para el arraigo de las familias en los municipios cercanos. «Esta semana hemos tenido las jornadas de puertas abiertas y muchos padres y madres venían de otros pueblos para conocernos», destaca el responsable.

El colegio ha adaptado su oferta educativa a la creciente demanda y ha completado diferentes ampliaciones en las instalaciones para ofrecer el servicio más completo. Para ello, ha contado «con la colaboración total y el apoyo económico del Ayuntamiento». «En los últimos años contamos con dos aulas por nivel cuando en otros centros están perdiendo alumnos. En Burgos se ha registrado una pérdida de 200 niños y aquí, afortunadamente, nos mantenemos porque la gente viene a vivir al alfoz mientras mantienen su trabajo en la ciudad», explica FranciscoGonzález. 

El director destaca otros aspectos como el servicio de madrugadores y el comedor para ayudar a las familias. «Este tipo de iniciativas, así como las actividades extraescolares, también son muy importantes. Hay muchísima oferta y las pueden desarrollar aquí sin necesidad de ir a Burgos», valora.

Además de su valor estratégico el CEIP de Villagonzalo Pedernales destaca por su nivel educativo, ya que su metodología de aprendizaje cooperativo es referente. Esta línea de formación, que se aplica tanto a los alumnos como al profesorado, divide los jóvenes en grupos de cuatro para trabajar en conjunto como 'cooperativistas'. «Se trata de aprender a aprender de una manera lúdica y consciente en el que el alumno es consciente de su proceso», indican los responsables del centro. Una metodología «diferente» que atrae al colegio de la localidad burgalesa a familias interesadas en este tipo de educación.