La comarca sufre falta de transporte en medio de la vacunación

ARSENIO BESGA
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Los pueblos que rodean Miranda denuncian que no todos sus vecinos pueden usar el coche o pagar un taxi para acudir al centro de salud. Opinan que les «discriminan por razón de territorio y de edad»

La mayoría de vecinos de la comarca acuden a Miranda para vacunarse y algunos han ido a Santa Gadea. - Foto: Christian Castrillo

La campaña de vacunación de la cuarta dosis contra el coronavirus comenzó hace algo más de un mes. Desde entonces, multitud de personas mayores han ido recibiendo el tratamiento. Sin embargo, en las zonas rurales muestran un notable malestar porque no todos los vecinos tienen la oportunidad de viajar para ver a sus médicos y enfermeros. Así ocurre en la comarca de Miranda, donde los habitantes de Bozoó, Pancorbo, Ameyugo o Encío, entre otros, están obligados a coger su coche o a pagar un taxi, cuando no siempre tienen la capacidad para usar esos transportes. Con ello, la falta de medios alternativos para ir al centro de salud se ha vuelto aún más notable que durante el resto del año, dado que ahora está en juego su salud. 

«Te tienes que buscar la vida, alguien que te lleve», explica el alcalde de Pancorbo, Javier Cadiñanos. Según dice, «ahora mismo, vivir en un pueblo es discriminatorio, porque nos discriminan por razón de territorio y de edad». Así, considera que en su municipio y en el resto de pequeños núcleos poblacionales de la comarca «no tenemos ningún servicio». 

Esta misma opinión la sostienen, por ejemplo, en lugares como Ameyugo. El alcalde de esta localidad, Sergio Garoña, comenta que «aquí quitaron al médico cuando la covid y lo hemos pedido tres o cuatro veces, pero no nos lo mandan». Conforme a su descripción, aunque poseen «un consultorio preparado en el Ayuntamiento», para recibir la vacuna contra el coronavirus «tenemos que ir hasta Miranda, ya han llamado a los más mayores». Según remarca, «algunos pueden conducir, pero los que no tienen coche no tienen ninguna opción». 

En este sentido, desde Bozoó apuntan que en casos muy concretos, tras realizar «hasta siete llamadas», han logrado que algunos vecinos tengan atención a domicilio y no tengan que viajar para recibir la cuarta dosis de la vacuna. Ahora bien, estos casos suponen una mínima parte del total. «Los demás hemos tenido que ir hasta Santa Gadea, y no todo el mundo puede ir hasta allí», explica el alcalde, Javier Abad. 

Precisamente, en Santa Gadea del Cid tuvieron la idea de coordinar con su médico, y con la Gerencia de Sanidad, un programa para que esta campaña de vacunación se llevara a cabo en el propio municipio. «Lo centralizamos aquí para la gente mayor y vinieron de otros pueblos», comenta el alcalde, Jorge Ortiz. No obstante, reconoce que aun así las personas que viven en «Ayuelas, Guinicio, Bozoó o Encío» se vieron obligadas a desplazarse con sus propios medios. Es decir, recortaron el número de kilómetros que debían recorrer, pero mantienen el mismo problema que en Pancorbo: no disponen de un medio de transporte alternativo y adaptado para todas las edades y rentas.

Frente a esta realidad, en los pueblos de la comarca de Miranda abundan las iniciativas para evitar que en una campaña de vacunación o en la vida diaria de sus habitantes se encuentren con estos inconvenientes. Por ejemplo, desde Ameyugo apuntan que «podría ponerse alguna ambulancia o un autobús, porque no hay de nada». En este sentido, desde Pancorbo van un paso más allá e incluso disponen de un proyecto que, por ahora, no se ha visto materializado. 

«Tenemos el programa de taxi a la Demanda, que nos unimos con Santa Gadea, San Zadornil y Lantarón», relata el alcalde, Cadiñanos. «Aquí hay matrimonios sin carné de conducir porque son mayores y solo tienen la opción del taxi, que son treinta euros de ida y otros treinta de vuelta para ir a Miranda y no siempre se lo pueden permitir», apunta. Por tanto, explica que «un servicio de taxi para estas personas mayores o discapacitadas es necesario», pero se han encontrado con un grave problema, dado que «no hay forma de conseguir una subvención, aunque luego nos financien la instalación de placas fotovoltaicas», añade.

Con todo, el alcalde de Pancorbo, y prácticamente el resto de la comarca, opina que deben mejorarse los servicios porque «los pueblos más que esperar a recibir gente nueva, tenemos que intentar mantener lo que tenemos». «Si los niños se van a la escuela de Miranda y los mayores, por el médico, también, los pueblos van muriendo poco a poco por desatención», sentencia.