Por Ucrania pasan gaseoductos y tanques. De Rusia salen gaseoductos y tanques. A Burgos llegan gaseoductos y noticias de tanques. A todo el mundo llegan los gaseoductos y los ruidos de los tanques. El mundo está tramado por una inmensa red de tuberías y abrumado por una barahúnda de tanques. Los gaseoductos traen gas a las casas y los tanques sangre a las calles. El planeta está gasificándose y desangrándose al tiempo. Los que saben de esto dicen que eso no puede durar mucho, que el equilibrio es inestable, que la guerra por el control de la energía puede explotar en cualquier momento. Cuando eso suceda el planeta será una enorme burbuja de gas frágil y mortal. Esa sí que es una burbuja de verdad, más que la del ladrillo y el COVID juntas. Hay motivos serios para temer que pronto explote la burbuja de la energía, esa cosa invisible que todos usamos, pero no todos igual. No hay nada en el mundo más global y más local a la vez, de ahí lo de GLO-CAL.

Ese concepto es la mejor descripción del mundo actual, una especie de globo enorme que promete todo para todos, en todos los sitios, en todo momento, pero al que le falta la distribución equitativa de los bienes y la energía. Un mundo GLO-CAL sostenible, justo y solidario no es posible sin una energía buena, bonita, barata, y al alcance de todos. Mientras que dependa de los gaseoductos y los tanques, lo glo-cal se escribirá con minúsculas egoístas. Lo que está sucediendo en Ucrania es un presagio de la guerra energética que nos amenaza, y que, según los expertos, en un par de décadas a lo sumo acabará con el modelo de vida actual. Y después, no es que se acabe el estilo de vida opulento de los ricos rusos, norteamericanos y chinos, es que ni siquiera podremos ducharnos los de Burgos.

Pero para no acabar la columna con olor a gas mortal, lo haré con un buen augurio de algunos sabios, que dicen que la crisis mundial que representan el COVID y Ucrania puede ser un acicate para que se acelere el proyecto Green New Deal Global, un gran acuerdo, un objetivo global basado en una energía nueva, limpia y sostenible que ya han firmado muchos países, ciudades, políticos y científicos. Un nuevo mundo GLOCAL será posible gracias a la producción de un tipo de energía limpia, barata y distribuida por internet que ya se está investigando. La energía GLOCAL. Seguiremos hablando.