Brazacorta, sin rocódromo por no ser un deporte mayoritario

I.M.L.
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La línea de subvenciones del IDJ a la que optó su Ayuntamiento para sufragar el proyecto solo contempla baloncesto, balonmano, fútbol sala, pádel y tenis

El rocódromo está planeado junto a las pistas de voley playa y bolo ribereño. - Foto: DB

El Ayuntamiento de Brazacorta tendrá que reservar su proyecto de crear un rocódromo en la zona de ocio ubicada junto a las bodegas del municipio después de quedar fuera de las subvenciones del IDJ para instalaciones deportivas. En la comunicación de que su solicitud había sido desestimada se especificaba que no se ajustaba a los tipo de obra recogidos en las bases por ser una nueva construcción cubierta. «Les tuvimos que aclarar que nuestro proyecto es al aire libre y, después de mirarlo, nos dijeron que era porque no era de los deportes que ellos marcaban, que deben ser fútbol sala, baloncesto, balonmano, tenis o pádel», recuerda el alcalde de Brazacorta, Roberto Losada.

Este rocódromo, que tiene un coste de 30.429 euros, iría junto a las pistas de voley playa y bolo ribereño existentes en la zona de bodegas, para completar una oferta de ocio al aire libre para los vecinos. «No entendemos que se nos deje fuera porque no es un deporte de esos mayoritarios, lo hicimos porque fue una propuesta de un vecino que nos los sugirió y nos pareció bien como alternativa para el ocio saludable, sobre todo de los más jóvenes», recalca Losada, que ha desestimado recurrir esta decisión del IDJ.

Desde el Instituto para la promoción del Deporte y la Juventud de la Diputación de Burgos, su presidente, Ángel Carretón, responde que «79 pueblos se han quedado fuera» de esta línea de ayudas, por unos u otros motivos y que siempre se sigue el criterio técnico. «Son los técnicos los que valoran las solicitudes y emiten su dictamen, a nivel político solo lo vemos cuando llega a la junta de gobierno», añade Carretón.

Para más inri, además de quedarse fuera de esta convocatoria, posteriormente salió una nueva convocatoria extraordinaria en cuyas bases sí que estaban incluidos los rocódromos, específicamente, para beneficiarse de estas ayudas. «No optamos a ella porque estábamos esperando la resolución de la otra», se lamenta el alcalde de Brazacorta.

Aún así, no desiste de sacar adelante esta iniciativa, confiando en que la petición de colaboración a la ADRI Ribera del Duero Burgalesa tenga esta vez una respuesta positiva.