El Punto Limpio de Miranda está situado en el polígono de Bayas, concretamente en la calle Montañana número 59. Sin embargo, multitud de residuos se acumulan fuera de este establecimiento repartidos entre diferentes lugares de la periferia. En particular, la ciudad tiene un total de siete puntos con vertederos ilegales, aunque el que se halla junto a la Carretera Bilbao, a escasos metros de la AP-1, destaca por su gran tamaño. Dentro de estos depósitos, rodeados de naturaleza en muchos casos, se aloja una gran variedad de basura. Eso sí, principalmente hay escombros provenientes de obras menores.
Por su parte, el Ayuntamiento trata de erradicar estos vertederos. Para ello, según explica el concejal de Medioambiente, Unai Letona, «cada cierto tiempo, en determinadas zonas, se intenta realizar una recogida grupal de diferentes puntos, porque no se puede atender de forma puntual todo». Básicamente, conforme a la descripción que hace el edil del PSOE, «se hace un contrato global para la limpieza de diferentes puntos de forma general, con el fin de llenar un camión de escombros». Ahora bien, en algunos casos la administración tiene las manos atadas porque el terreno no es público y, en otros, los depósitos ilegales vuelven a aparecer.
Dentro del primer grupo, el de los vertederos en el interior de instalaciones privadas, está la antigua sede de la histórica fábrica Rottneros. Letona comenta que su situación «es complicada» porque depende del «juez concursal» y ahí «no podemos actuar» porque «no es nuestro». Por otro lado, en cuanto a otros puntos con depósitos de basura recurrentes, el Ayuntamiento sí tiene la capacidad de operar. No obstante, en multitud ocasiones se limpian algunas zonas y los restos vuelven a aparecer.
La calle Uruguay del polígono de Ircio acumula varios puntos con restos de obras. - Foto: A.B.El mejor ejemplo de esta realidad se observa en el barrio Las Matillas. Muy cerca de la planta de la empresa logística OlanoSeafood, en el polígono Las Californias, durante algún tiempo se acumularon grandes cantidades de escombros y de mobiliario abandonado. Hoy ese vertedero ha desaparecido, pero unos metros más lejos, en el camino que lleva al conocido como monte Las Brujas, los residuos han hecho acto de presencia nuevamente. Los restos vuelven a provenir de obras menores, pese a que también se han dejado abandonados ciertos muebles y diferentes deshechos.
De forma similar, el polígono de Ircio se alza como un área recurrente para la recepción de escombros. A lo largo del tiempo, la calle Uruguay, en las inmediaciones del aparcamiento, ha contado con puntos esporádicos de residuos ilegales. En la actualidad la mayoría de estos son más pequeños y no acumulan tantos restos de obras, por lo que el problema se centra en basura orgánica, plásticos y algunas piezas de vehículos. Pese a ello, en el otro extremo de esa misma vía del parque empresarial han florecido dos puntos donde, efectivamente, la aparición de escombros se ha revitalizado.
Al margen de estas zonas en las que se han percibido ciertos cambios, existen dos áreas donde los vertederos ilegales se han perpetuado. En el mirador del polígono de Bayas se acumulan desde hace meses multitud de restos de obras, muebles, colchones e infinidad de desperdicios. Unido a ello, apenas a cien metros de la Central Hidroeléctrica de Cabriana, sobre los cimientos de una vivienda derruida, siguen depositándose nuevos deshechos.
Con todo, la lista completa de vertederos ilegales ha cambiado en lo relativo a localizaciones y en cuanto al número total. Por ejemplo, junto a la depuradora de Arce apenas queda algún residuo menor abandonado, mientras que hace meses el problema era bastante más llamativo. Por su parte, en Las Matillas e Ircio han variado los puntos exactos, pero las malas praxis se han mantenido. Unido a ello, la realidad en Rottneros, Cabriana y Bayas, ni mucho menos, presenta alteraciones.
Finalmente, el depósito ilegal más grande, en realidad, se articula con dos puntos diferentes. En una salida de la Carretera Bilbao, antes de la unión con la AP-1, hay un camino plagado de basura. Al principio de esta vía de tierra se halla un vertedero de dimensiones relativamente reducidas, pero al final del trayecto está la zona de la periferia mirandesa donde se aloja la mayor cantidad de restos de obras.