Ebrovisión vende más de 2.000 entradas para su nuevo formato

Ó.C. / Miranda
-

La cifra se acerca al 50% del aforo previsto para cada uno de los 4 días. En la organización están «contentos» por la respuesta, en un año «que es como mostrar un proyecto de cero»

Imagen del concierto de Ángel Stanich en la pasada edición. - Foto: Alberto Rodrigo

Ebrovisión vivirá este año una refundación tras más de dos décadas de actividad. La edición del 20 aniversario supuso un punto y aparte, pero el público no da la espalda al festival, que se celebrará del 31 de agosto al 3 de septiembre. Así lo siente la asociación organizadora, la de Amigos de Rafael Izquierdo, donde indican que «se han vendida más de 2.000 entradas», lo que se acerca al 50% de aforo que tienen pensado para cada una de las jornadas. El portavoz Ramiro Molinero reconoce que la capacidad es mucho más elevada, aunque mantienen la prudencia. Además, tampoco ocultan que están «contentos», en una edición «que es como mostrar un proyecto de cero, porque es totalmente distinto a lo hemos hecho hasta ahora», aclara.

A pesar de los nervios, tienen camino recorrido, porque su bagaje sirve y como muestra tienen la respuesta en la venta de entradas, aunque admiten que de manera interna supone mucho trabajo. «Nos estamos reuniendo más en estos últimos meses que en los cinco años anteriores», ironiza Molinero, que mantiene que «este cambio era necesario para garantizar el futuro». De momento, en la asociación manejan un presupuesto mayor al de otros años, aunque también remarcan que lo fundamental «no es superar los aforos, sino estar más cómodos y en unos espacios más naturales».

Por eso trabajan, «para que el resultado final se parezca lo máximo posible al festival que tenemos en la cabeza». Para lograrlo, explotarán las posibilidades de la ciudad, con el escenario principal en el Polideportivo municipal, pero con otros puntos de interés marcados en el callejero como las riberas del río Ebro o el anfiteatro en la zona de Anduva. Cuando asienten la nueva idea «conseguiremos atraer más gente», pero para eso Ramiro pide tiempo, ya que «sabemos que va a costar».

La idea de todo el esfuerzo que les queda por delante la guardan no solo para la parte musical, porque  en el nuevo formato también jugará un papel fundamental la gastronomía. «El reto es que sea una experiencia global», afirma Molinero, que confiesa que de esta manera pretenden diferenciarse, «porque vamos a hacer algo que ahora mismo no hace nadie en este país», subraya. Esta otra pata del nuevo Ebrovisión «será un punto clave y tendrá su parte de peso dentro de las actividades», matiza el portavoz, que avanza que la cocina «servirá de escaparate para todo lo que tenemos en Miranda y también atraerá gente».Ese turismo gastronómico supone otro de los foco de crecimiento.