La comercialización de trasteros urbanos encontró desde el primer momento un nicho de mercado muy interesante y de extenso recorrido, tal y como se ha demostrado con el paso de los años. Las iniciativas de particulares crecen cada año y la proliferación de locales vacíos en diferentes puntos de la ciudad invitan a los emprendedores a buscar nuevas oportunidades de negocio.

La apuesta varía en función de la capacidad económica y del modelo de gestión a explotar, pero la idea es común. En muchos barrios del casco urbano, sobre todo los formados por edificios de vieja construcción, carecen de un servicio muy valorado por los vecinos.

Bubox se ha convertido en una de las principales referencias del sector. Comenzó su actividad en 2014 con un local propio y ya han comenzado a expandir con éxito su modelo a otros puntos del centro. La última promoción voló. «Los vecinos lo ven, valoran las opciones y al final es algo que interesa porque no hay espacio», explica Sofía, una de las responsables.

Estos espacios cumplen con una estricta normativa de ventilación. - Foto: Alberto Rodrigo

La ubicación de las inversiones es clave en la estrategia de estos emprendedores, quienes destacan la alta demanda por adquirir estos espacios de almacenamiento en propiedad. Los responsables de Bubox mantienen una comunidad de trasteros en régimen de alquiler, pero el éxito de su primera iniciativa y el conocimiento del mercado les empujó a ampliar su propuesta a otros puntos del centro, de Gamonal y de la zona sur. 

Ellos se encargan de localizar y acondicionar los espacios para, posteriormente, ponerlos a la venta. El precio final de cada trastero depende de varios factores como el tamaño del espacio deseado, los materiales o la zona de la ciudad escogida, pero la respuesta de los interesados siempre es positiva.

«Al final todo depende de las necesidades de cada uno. La gente, si puede, tiende a comprar los trasteros por la utilidad de la inversión y en el caso de los vecinos, así revalorizan su vivienda», señalan. 
Mientras tanto, los cubículos en alquiler disponen de una mayor diversidad de precios al tratarse, habitualmente, de espacios más pequeños que alcanzan una medida mínima de dos metros cuadrados.

La inversión en seguridad, ya sea contra robos o el fuego, es una garantía. - Foto: Alberto Rodrigo

A veces resulta más complicado de lo que parece encontrar ese local perfecto que se ajusta a las características del emprendedor y del cliente. Por ello, en Urban Box ofrecen un gran abanico de opciones para adaptarse a los bolsillos, a los tamaños y a los tiempos de los usuarios gracias a sus tres localizaciones. «Estamos orientados a particulares que necesitan guardar sus enseres cerca de casa», explica Sergio Vivar, quien asegura que la evolución del sector es constante. «Este modelo siempre ha tenido buena aceptación, lo que pasa es que parece que ahora es más visible y está creciendo más», explica.

Aún hay muchas zonas por explotar y los expertos rastrean «el lugar adecuado donde puede haber más demanda». Vivar no entra a valorar la situación del mercado en Burgos en números globales, pero sí considera que hay puntos «donde es más fácil» apostar por este tipo de iniciativas.

El Centro Histórico, barrios clásicos como Vadillos, la parte antigua de Gamonal... allá donde los edificios no disponen de un trastero de obra se hace necesarias estas intervenciones. «Esos locales de barrio pueden funcionar», zanja Sofía, de Bubox, cuya comunidad de trasteros en alquiler tiene el 100% de ocupación. 

«En ese caso buscamos a interesados de larga duración porque el vecino lo que quiere es disponer de su trastero cerca de casa por mucho tiempo y despreocuparse. El concepto de las grandes superficies es diferente y pueden ofrecer otras cosas como un amplio listado de tarifas», apunta. 

En Burgos todavía no existe una ordenanza específica para tramitar este tipo de licencias. Sin embargo, la normativa relacionada con la construcción especifica unos requisitos estrictos relacionados con la ventilación, la iluminación y, sobre todo, con los sistemas de humos y contra incendios. También hay que presentar una declaración responsable para iniciar la actividad.

Además, las empresas ofrecen otros servicios relacionados con la seguridad. Los sistemas de cámaras de vigilancia o los seguros contratados suponen una tranquilidad para ambas partes y una garantías. 
«Los gastos fijos no son extremadamente elevados, pero suponen un dinero», resume Víctor Calvo. Tu Trastero en Burgos se ha sumado a la lista de nuevas iniciativas privadas relacionadas con este sector. Aunque acaba de empezar su andadura, vieron en este modelo de negocio una oportunidad para sacar rendimiento a un local comercial sin uso. «Decidimos montarlo porque no encontrábamos otra salida interesante», explica este emprendedor esperanzado con la buena marcha de su reciente apuesta.

Sofía y Pedro | 10 años en el sector

"Da pena cuando no sale la compra de un local porque sabemos que hay demanda"

Después de vender los 13 trasteros de su última promoción en un visto y no visto, Bubox ya piensa en nuevos retos para expandir su modelo de gestión. "A veces da pena cuando no sale la operación de compra de algún local concreto porque sabemos que hay demanda", explica Sofía, una de las responsables de la empresa.

Si algo les ha demostrado el paso de los años el interés de los vecinos por encontrar espacios de almacenamiento. "Cuando empezamos no conocíamos más que algo parecido al caso del que alquilaba dos trasteros particulares al vecino y nosotros vimos que la gente necesita guardar sus cosas", subraya.

Bubox adapta cada proyecto a las circunstancias del local con la doble premisa de "ofrecer un producto exclusivo" por la localización, la calidad de los materiales y el máximo aprovechamiento del espacio". El cliente así lo pide. "Quieren trasteros grandes, con luz y cuidados con detalle. Además, los quieren cerca de casa. En las grandes ciudades no les cuesta tener un servicio así a 15 minutos, pero aquí es diferente porque es Burgos es pequeña", asegura.

Sergio Vivar | 12 años en el sector

"Hay interés porque la gente no quiere dejar sus cosas a 5 kilómetros de casa"

Sergio Vivar es la voz de la experiencia en el sector de los trasteros urbanos. En Urban Box suman 12 años de crecimiento constante para ofrecer sus servicios a todo tipo de necesidades de almacenamiento. Por eso se encuentran en el casco urbano y también en Pentasa. "Allí es donde empezamos", recuerda este emprendedor.

Pronto vio las posibilidades que ofrecía las inversiones en los barrios porque los vecinos "tienen interés en tener sus cosas a mano, no ir a cinco kilómetros de casa a por la caña de pescar o la bicicleta", explica.

Sus tres localizaciones ofrecen un mínimo de 40 y un máximo de 80 espacios de almacenamiento. Pueden parecer muchos para un solo inversor, pero la apuesta encuentra su recompensa. "Llevo bastantes años con esto y creo que es un sector asentado y en crecimiento", resume, para aclarar que no existe una varita mágica que asegure el éxito.

"La ocupación es variable e influyen muchos factores. En verano los estudiantes buscan un sitio donde dejar sus cosas y luego están las mudanzas, los extranjeros que necesitan un lugar fijo... Los vecinos sí quieren más tiempo", resume.

Víctor Calvo | 3 meses en el sector

"Intentamos adaptarnos a las necesidades de la gente y no son solo cuatro paredes"

Tu Trastero en Burgos es una de las últimas iniciativas relacionadas con la comercialización de trasteros urbanos en iniciar su actividad en la capital. Como ocurre en otros casos similares, estos emprendedores buscaron una salida a un local comercial que no ofrecía el rendimiento esperado.

Poco a poco, el paso adelante completado comienza a tener la respuesta esperada y ya tienen ocupado el 70% de los 35 espacios ofertados en el comienzo.

Aunque novatos, no dudaron en apostar por una "importante inversión" para adaptar el local y ofrecer un servicio de calidad. "Intentamos adaptarnos a las necesidades de la gente y un trastero no son solo cuatro paredes", explica Víctor Calvo.

Estos espacios son demandados en los barrios, aunque cada interesado tiene sus circunstancias. "Cada uno quiere unas cosas y por eso tenemos espacios de 2, 3 o 4 metros cuadrados, aunque también disponemos de formatos más grandes", aclara este emprendedor, quien ha comprobado que los vecinos "muestran su interés". "Les queda cerca de casa y los precios de los trasteros cuadran", concluye.