El hospital no cerrará camas ante el riesgo de un rebrote

Ó.C.
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El centro mantendrá su capacidad gracias al personal de refuerzo contratado para la covid-19. Las operaciones bajarán por las vacaciones de los médicos

El hospital no cerrará camas ante el riesgo de un rebrote - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

El Santiago Apóstol afronta un verano diferente respecto a los últimos años. Las mejoras en sus instalaciones quedarán relegadas y el centro permanecerá en alerta ante la covid-19, ya que no clausurarán ninguna de las plantas. El gerente del hospital, Arsenio Besga, remarca que "no vamos a cerrar nada y tampoco haremos obras ya que ni se han planteado". Con la decisión de mantener todas las habitaciones disponibles, existía el problema de disponer del personal necesario, ya que esta época acumula el mayor número de vacaciones del personal fijo. Sin embargo, el responsable afirma que este inconveniente está solventado con los profesionales de refuerzo contratados en la pandemia.

De este manera "este personal se mantendrá en verano para poder dar descanso al resto", indica Besga. Al margen de la necesidad de profesionales para atender todas las camas, el gerente también ensalza que todos los que continuarán "se lo han ganado porque han trabajado en los peores momentos y cuando más riesgo había". Por este motivo, reconoce que a todos ellos "de alguna manera hay que premiarles" y por eso confirma que por lo menos durante estos meses seguirán contratados en el hospital.

Más allá del aumento de plantilla, Besga reitera que la posición inicial era la de no cerrar camas por al riesgo que existe. El coronavirus sigue presente y aunque su impacto ha disminuido, trabajan con el protocolo creado en los últimos meses. En él, una de las claves está en aislar correctamente a las personas que ingresan con coronavirus, y con un centro de las dimensiones del Santiago Apóstol, el cierre de una parte por obras hubiese condicionado demasiado la capacidad del hospital. En total, el centro dispone de 108 camas y es dentro de la provincia el que menos tiene, y en comparación con el resto de hospitales de la comunidad, solo está por delante del de Medina del Campo.

La actividad sí que frenará, aunque sea poco, en el área de cirugía. En este caso, Besga confiesa que "no nos queda otro remedio por la falta de médicos porque además les hemos pedido que se cojan las vacaciones en este periodo de julio y agosto".  En función de los profesionales disponibles, el trabajo quirúrgico mantendrá el ritmo de operaciones "en la medida de los posible". El gerente explica que la petición a los facultativos se debe a la previsión con la que trabajan "de que podamos tener un repunte en los meses de septiembre y octubre", reconoce el gerente.

Al margen de lo que suceda con el número de operaciones, Besga espera continuar con la actividad cotidiana del centro para "recuperar un poco lo que hemos perdido en lo que se refiere a las consultas". Por todos estos motivo, reitera que en este 2020 las obras no han estado sobre la mesa.

El año pasado la actuación se centró en los quirófanos, donde la inversión de la Junta de Castilla y León alcanzó los 210.000 euros, para mejorar el aislamiento y acabar con los problemas de bacterias. Algunas tareas quedaron pendientes, pero desde las mejoras, el área quirúrgica ha funcionado con normalidad, por lo que las tareas restantes no son prioritarias dentro de una hospital que se inauguró en 1988 y en el que hay zonas en las que no se han acometido inversiones. Motivo por el que se justificaba el cierre de camas otros veranos.