Patinaje sobre sabinares

P.C.P.
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El empresario David Sebastián monta en la entrada a La Yecla la primera pista de hielo ecológico en Castilla y León para mantener empleo y actividad en la zona más allá del verano

David Sebastián se calza los patines en su última aventura emprendedora. - Foto: f2estudio

No se le puede negar a David Sebastián un ojo especial para los negocios, arriesgado pero casi siempre certero. Donde unos veían el esqueleto decadente de un establecimiento sin futuro, él imaginaba al pasar de camino a su querido Santo Domingo de Silos un escenario perfecto para revitalizar la zona y crear empleo en la comarca, una de sus principales obsesiones.Reabrió ese restaurante ubicado junto al aparcamiento de La Yecla en Semana Santa y ha conseguido ambos objetivos, con hasta una decena de personas en plantilla durante los momentos de más ajetreo de un verano, el primero tras la declaración del Parque Natural de Sabinares del Arlanza-La Yecla. Es más, evitó que dos personas dejasen Silos, al darles empleo.

Pero bien sabe que el invierno está al acecho y, una vez diluido el miedo atroz al contagio, se vuelve más complicado atraer a público con actividades al aire libre cuando el termómetro desciende. Por eso empezó a buscar un aliciente singular y encontró precisamente la clave en el frío que no tardará en aparecer por el desfiladero. A sus pies acaba de estrenar la primera pista de patinaje sobre hielo ecológico que va a funcionar en Castilla y León, con el mismo material que emplean los equipos profesionales de las ligas de Estados Unidos y Canadá para entrenar. Solo que no hay hielo, sino un material sintético que se mantiene de manera sostenible y de limpieza sencilla.

Pero la sensación, afirma Sebastián que lo ha probado, resulta exactamente igual. Los patines tienen cuchillas y se afilan para favorecer el deslizamiento. «La gente sale encantada.Es adictivo», explica desde el interior de la pista, de 100 metros cuadrados. Y no solo los más pequeños. David Sebastián ya ha hablado con algún empresario que se lo plantea como opción para fomentar el trabajo en equipo y la cohesión de su plantilla.

En el equipo del restaurante La Yecla trabajan dos personas que gracias a su formación -Educación Infantil y técnico de animación sociocultural- permiten a David Sebastián animar a los colegios de la comarca, y por extensión a los de la zona, a plantear excursiones por La Yecla con el patinaje como actividad incluida. 

En la pista pueden patinar 25 personas a la vez, aunque de momento y debido a la pandemia prefiere limitarlo a 15. No es necesario reservar, salvo que se trate de un grupo grande.

La temporada de setas y el veranillo de San Miguel han permitido a La Yecla estirar la temporada, precisamente cuando el otoño empieza a brillar en este paisaje natural, pero desde la próxima semana solo abrirán de jueves a domingo y los puentes y vacaciones escolares.

Sebastián, que además tiene el termómetro de la bodega Alma Silense, ve con esperanza cómo el turismo de grupos y el de extranjeros empieza a reactivarse, con la vendimia en ciernes. «Ya tenemos catas reservadas de gente que viene de Perú y de Londres, y empiezan a llegar autobuses», afirma ilusionado.