El uso del autobús urbano cada vez se parece más al de los tiempos previos a la pandemia. De hecho, este jueves se alcanzó la cifra más elevada de usuarios en un solo día desde el 11 de marzo de 2020, en vísperas de que se decretara la suspensión temporal del servicio.

En los dos últimos años no se habían subido nunca a los autobuses urbanos los 40.387 viajeros que se contabilizaron el jueves. Pero eso no es lo más relevante, el concejal de Movilidad, Leví Moreno, asegura que la tendencia es buena y en el conjunto de marzo se superará el millón de usuarios. Una cifra muy por encima de los 768.435 del mismo mes de 2021 y a años luz de los 477.281 de 2020.

Aún faltará, eso sí, algo de recorrido para recuperar los números de 2019. En marzo de aquel año se superaron con creces los 1,2 millones de viajeros.

Para entender la evolución positiva son varias las posibles explicaciones. El miedo al virus va desapareciendo, especialmente desde la vacunación, la actividad económica y la movilidad es mayor que hace dos años... y quién sabe si el aumento de los precios de los carburantes está provocando que algunos burgaleses dejen el coche en su casa para montarse en el transporte público.

Hay otra razón que podía explicar el incremento de viajeros pero que no ha podido ser confirmada con datos por la situación excepcional de los dos últimos años. En enero de 2020 se puso en marcha el nuevo mapa de líneas y aquel cambio ha mejorado las frecuencias y los itinerarios. Esa es la sensación después de que las críticas iniciales (tampoco muy exageradas) hayan desaparecido.

La incorporación de la línea circular que comunica la UBU con el Hospital Universitario y que prosigue para cerrar el círculo a través del bulevar también ha podido contribuir a mejorar las cifras.

Los cambios introducidos, eso sí, tampoco han salido gratis. El Ayuntamiento ha tenido que comprar autobuses, crear y adaptar paradas e incorporar nuevos conductores a la plantilla.