«He sido muy feliz aquí»

J.A.D.C.
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Javi García, que no continuará la próxima temporada en el Tubos Aranda, relata para DB lo que ha significado para él vestir estos tres años la camiseta ribereña

Javi García, durante el pasado encuentro de liga en casa ante Zamora - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

El Tubos Aranda Villa de Aranda continúa con su reestructuración de cara al nuevo curso y el pasado sábado hacía oficial la baja del pivote leonés Javi García para la próxima temporada. Un movimiento de salida forzado por circunstancias de proyección profesional que el propio jugador ha reconocido le han resultado imposibles de rechazar, y que han sido la «única manera» real de decantarlo a abandonar finalmente la capital ribereña.

Por muchos motivos, pero el principal, como ha asumido para DB, porque «en estos tres años que he estado aquí, he sido muy feliz». Tanto, que no ha dejado de asegurar que volverá a ver los partidos del equipo «siempre que pueda», y que «en algún momento de mi vida espero regresar», porque en Aranda «se vive mucho el balonmano y aquí he disfrutado muchísimo de todos y cada uno de los encuentros que he jugado».

También de sus compañeros, con los que ha hecho «muy buenas migas y sé que estemos donde estemos seguiremos manteniendo una buena amistad», ha apuntado, y de la propia afición amarilla dado que, como ha señalado a continuación, «ya dije al fichar que, desde que vine de pequeño aquí con los infantiles de Ademar, supe que en el futuro acabaría jugando para este equipo».

Y es que Javi García no lo oculta. Más bien, todo lo contrario. Aranda tiene «una de las mejores aficiones de España», afirma. Gente que «vive muchísimo el balonmano», y que ha quedado patente con «la cantidad de personas que han acudido a animar en los sectores de categorías inferiores» que se han celebrado en los últimos años a orillas del Duero. Algo que «no pasa en todos los lados», expone, pero que no le sorprende porque, «al final, con lo que me quedo es con eso. Con el ambiente, con las personas, y con la manera tan cálida que los aficionados han tenido siempre de recibirme tanto en el pabellón como en la propia ciudad».

Ciudad de la que saldrá ahora rumbo a un nuevo futuro del que «todavía no puedo decir nada» (aunque la mayoría de las informaciones le ubican en Logroño), y de la que se llevará en su zurrón personal 70 partidos (68 acumula ahora a falta de disputarse las dos últimas jornadas de liga), y 253 goles además de un ascenso y un descenso de por medio. Unos números «bonitos porque son muy pocos partidos», apostilla, y una experiencia vital de la que ha disfrutado muchísimo, pese a «algunos problemas y malentendidos ahora de últimas con el club  a raíz de la lesión y la operación». Circunstancias éstas, que «en ningún caso empañan los años vividos», y que demuestra al esperar y desear que «el club consiga todos los objetivos que se marque el año que viene». Porque «conmigo se han portado muy bien», finaliza, pero sobre todo «porque se lo merecen».