Burgos se lo monta de circo

MARINA URIZARNA
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El circo es una disciplina en auge por todo el mundo. Nuestra ciudad cuenta con varias escuelas, entre ellas 'Pirouette' y 'Tiritirantes', que también son compañías profesionales y que enseñan acrobacias a más de un centenar de niños

Los niños trabajan con el juego como motor de aprendizaje para que encuentren en ello motivación. - Foto: Luis López Araico

¿Qué tiene el circo que gusta tanto a la gente? Se podrían decir muchas cosas, es una disciplina poco habitual que engloba teatro, danza, música, trabajo físico, interpretación... y está siempre en continua evolución, generando emociones e inquietudes nuevas en quién lo practica. El caso es que Burgos pide circo y desde 'Pirouette', 'Tiritirantes' y 'En un lugar del mundo', tres escuelas que cuentan también con compañía, se ha traído a la ciudad la enseñanza de este arte tan positivo y beneficioso para los niños. 

Esta disciplina engloba multitud de especialidades y materiales con los que experimentar, como las acrobacias y equilibrios sobre bolas y cuerdas, o los malabares, pero sin duda el favorito de los niños son los aéreos. Estos intrépidos contorsionistas prefieren lanzarse a volar haciendo todo tipo de cabriolas por trampolines, aros y telas, colgándose varios metros por encima del suelo sin dejarse intimidar por la altura. No utilizan arneses porque impiden la movilidad; en su lugar siempre se colocan colchonetas bajo los aéreos, aunque los accidentes no entran dentro del itinerario. «Tenemos seguro de accidentes pero nuestro agente nos dice que tiene más problemas con el equipo de fútbol que con la escuela», comenta Yesica Balbás, que enseña en 'Pirouette'. 

En Burgos, dentro del colectivo artístico se conocen todos; en esta disciplina la mayoría comenzaron juntos y a medida que la inquietud por el circo iba creciendo y el público pedía su enseñanza, fueron formándose las escuelas. 'Tiritirantes' nació como compañía en 2004, de la mano de Marta Luna y Jacinto Cienfuegos. Ya daban alguna clase pero fue en 2014 cuando comenzaron a enseñar de forma regular. Ahora se encuentran en la calle 30 de enero de 1964, en el polígono de Gamonal, en la nave 36, también llamada Factoría del Aire, que comparten con otros artistas del colectivo. Y 'Pirouette', escuela que lleva Yesica Balbás, se ubicaba en 2018 en La Parrala, pero en 2020 se trasladó a la calle San Julián para poder ampliar el proyecto; dan clases tanto a pequeños como a mayores.

Junto con Yesica, cuya especialidad son los aéreos, se encuentran Andrés Vázquez con las acrobacias y Fran Martín en la parte de magia e ilusionismo. Sus alumnos van desde los cuatro años hasta pasados los 50, y acogen también a artistas independientes para que puedan entrenar libremente. Las puertas de la escuela «están abiertas a todo aquel que quiera practicar este arte», y es que entre sus alumnos hay un niño con autismo y una pequeña ucraniana que no ha podido regresar a su país y a la que la escuela ha acogido para hacer más amena sus estancia.

Yesica Balbás, con los alumnos de la escuela ‘Pirouette’.Yesica Balbás, con los alumnos de la escuela ‘Pirouette’. - Foto: Luis López AraicoPreguntando a los niños por qué les gusta esta actividad muchos de ellos responden: «porque hago gimnasia y me divierto». Sin embargo, hay algunos que tienen muy claro que se van a dedicar a ello profesionalmente. Y es que el auge que está teniendo el circo, no solo en Burgos, sino en todo el mundo, alimenta la ilusión de los pequeños. La forma en que lo aprenden también influye. La mejor manera es a través del juego como motor de aprendizaje, así los niños aprenden gradualmente y van adquiriendo seguridad y confianza.

Marta Luna y Jacinto Cienfuegos, de 'Tiritirantes', explican que los pequeños solo pueden aprender desde la motivación, para que disfruten y desarrollen el placer por esta disciplina. «No enseñamos para generar una profesión, sino una inquietud, los niños necesitan expresarse desde el movimiento y el circo les da eso». Aunque sus clases son para menores de 4 hasta 15 años, realizan intensivos para adultos de fin de semana o de pocos días para tomar conciencia del circo en general.

Es un universo tan amplio que desarrolla habilidades de todos los tipos, no solo atléticas y de concentración, si no también de relación y trabajo en equipo. Todos tienen cabida en él y para los niños es atractivo porque en una clase tocan un poco de todas las disciplinas. Es una herramienta educativa que desarrolla a los pequeños integralmente, sobretodo en edades más tempranas, y según destaca Jacinto, «se puede inventar una disciplina pues la posibilidad que da el circo a un niño que está en pleno momento de desarrollo de la creatividad es fantástica». Tiene mucho que ver con la psicomotricidad y el trabajo en equipo, para que los niños puedan desarrollar habilidades como la destreza, la agilidad y la fuerza, que adquieren solas a través de los juegos. 'Cirquito' es como llaman a estos grupos en 'Pirouette' y 'Cirqueando' en 'Tiritirantes'. 

Aunque en España no exista un formación reglada y profesional de circo como ocurre en otros países o como pasa en el nuestro con la danza, pues aún es desconocido como disciplina, se está luchando para sea un título oficial. En la península no existe aún ninguna escuela profesional debido a que no es una enseñanza legislada, pero España cuenta con la Federación Española de Escuelas de Circo Socio Educativo. La plataforma trabaja para crear una red de encuentro pedagógico entre escuelas y facilitar la formación de nuevos proyectos.

'Pirouette' es una de las 38 escuelas de todo el país que conforman la Federación, que además pertenece a EYCO (European Youth Circus Organisation), la red de circo europea en la que colaboran con academias de más países, y a través de la cual, la escuela burgalesa organiza un intercambio de circo joven. Y la Federación ofrece también una formación de profesionales que quieran dedicarse a la enseñanza de circo en España, una formación a nivel nacional en la que Yesica Balbás divulga diferentes técnicas de aéreos a futuros maestros de circo, y que este año se celebra en Barcelona.

Los niños practican equilibrios sobre objetos en la escuela de Marta Luna. Los niños practican equilibrios sobre objetos en la escuela de Marta Luna. - Foto: Luis López AraicoMucha gente de la que descubre el circo, no solo los niños, comienza a verlo como un futuro laboral. Burgos cuenta con diversas compañías profesionales, 'Pirouette' y 'Tiritirantes' son dos de ellas, que a lo largo del año realizan diversas actuaciones como el Enclave de Calle que se desarrolla por las calles burgalesas. Además es una disciplina para todos, «no hay que ser el más atlético o el más valiente, sino que tiene tantas modalidades que siempre se va a encajar y a destacar en algo». Con inquietud y vocación por lo artístico se puede llegar muy lejos, Marta Luna estudió la carrera de derecho y Cienfuegos es ebanista, aunque posteriormente encontraron en el circo su pasión y se lanzaron a ella.

Se trata de una actividad que posee beneficios deportivos, de motricidad, de salud y desarrollo social.
Se trata de una actividad que posee beneficios deportivos, de motricidad, de salud y desarrollo social. - Foto: Luis López Araico
Las escuelas también prepararan muestras, sin embargo la covid ha reducido mucho las posibilidades. Con la pandemia, las escuelas tuvieron que reducir los grupos, que ahora rondan entre las 8 y las 10 personas y los espectáculos se han visto muy limitados. 'Pirouette' está preparando la actuación de fin de curso, sin embargo en 'Tiritirantes' los alumnos muestran su trabajo a través de vídeos. «Someterles a la presión de un espectáculo no es bueno para el aprendizaje, y deben ser ellos quiénes lo pidan», aunque ya lo hacen pues «les gusta sentirse realizados con su trabajo y que les vean», comentan en la escuela.

Que tanta gente se haya animado a practicar esta disciplina no se debe solo a la gran presencia que tiene en la ciudad. El circo tiene un rendimiento deportivo que favorece la buena salud y la motricidad, fomenta el desarrollo social y el trabajo en equipo. Además desarrolla la creatividad a través de la expresión y el teatro, uno de los puntos más importantes del circo. El trabajo de las emociones puede ser lo que más les cuesta a los alumnos: hay que trabajar la tristeza, el enojo, las muecas... pero es sin duda lo que eleva los espectáculos a otro nivel, o mejor dicho, 'le pone la guinda al pastel'.