La invasión de Ucrania por parte de Rusia ha derivado en una serie de sanciones al gigante euroasiático que tienen como objetivo asfixiar su economía. Unión Europea, Estados Unidos y diversas naciones de todo el mundo ya aplican medidas restrictivas para 'ahogar' el tejido productivo ruso, lo que está impactando de pleno en la industria burgalesa.

Las exportaciones se han suspendido de manera radical, dejando a cero al undécimo socio de las firmas de la provincia. Al mismo tiempo, algunas compañías han decidido romper todo tipo de relación comercial que mantenían con clientes rusos. Es el caso de Hiperbaric, que ha suprimido un contrato por valor de 6 millones de euros para suministrar equipos a una compañía de alimentación de aquél país. No se trata de un acuerdo menor, ya que suponía alrededor del 10% de la facturación anual de la multinacional burgalesa. «Cuando hablamos de que las empresas tienen que tener propósito social es en pro del mantenimiento de la vida.No podemos ayudar a quienes piensan lo contrario», reconoce Andrés Hernando. El CEO de Hiperbaric, que está abierto a una posible restauración de este acuerdo, se muestra no obstante tajante en su decisión. «Tenemos que fabricar máquinas, pero de una manera seria y responsable», asegura.

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