Un maleficio acecha a la catedral

I.L.H.
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Cuatro jóvenes deben superar 7 retos en distintas épocas constructivas de la seo para evitar que se clausure en el año dos veces veinte. Lo novela Rosa Martín en 'Los viajeros del templo'

Martín viaja a 1221, la construcción de la capilla de los Condestables, la caída del cimborrio, la invasión napoleónica... - Foto: Alberto Rodrigo

Antes de celebrar la Tardevieja de 2020 (no iba a haber Nochevieja en la calle aquel año por culpa de una pandemia) cuatro chavales acuden a la Catedral para realizar un trabajo de clase. Lope, Ramiro, Elvira y Sol aún no lo saben, pero en sus manos está que el templo pueda celebrar su octavo centenario en 2021. En cuanto entren a la capilla del Santo Cristo descubrirán que a la Catedral le acecha un maleficio y que no les va a quedar otra que seguir las instrucciones que les apunte Per Abbat (sí, el copista del Cantar de mío Cid) en sus apariciones. Por la peste que azota y deja calles desiertas / de la seo de Burgos se cerrarán las puertas. / En el aciago año que sea de diez el doble / un hechizo destruirá catedral tan noble les canturreará una y otra vez para que entren en razón.

Con este argumento la profesora Rosa Martín ha dado forma a la novela Los viajeros del templo, un libro adictivo y dinámico, que aúna historia, religión y arquitectura, humor, valores y enigmas. «Tendrán que realizar pruebas físicas, retos lingüísticos, matemáticos, trabajar con monedas de la época... porque van a enfrentarse a esos enigmas viajando a siete momentos de la construcción de la Catedral. Serán siete por lo mágico del número, ya que hay mucho de cábala, numerología, combinación de triángulos, misterios, pentágonos y figuras geométricas», explica la autora, que ha incluido un criptex a lo Dan Brown para que, al descifrarlo, se desplacen en el tiempo.

El germen de la novela es una unidad didáctica planteada en Jesuitas con motivo de los 800 años de la Catedral: «Creé el relato que hace de hilo conductor al juego. La unidad se utilizó, se expuso y terminó. Y me fui a casa pensando qué hacer con todo el material y documentación que habíamos preparado: un millar de fotos, entrevistas a Enrique Barrio y Fran del Hoyo...; habíamos buscado material económico, religioso, matemáticos filosóficos... Así que, animada por otros compañeros, amplié la historia hasta convertirla en novela».

En Los viajeros del templo los cuatro jóvenes se codearán con el obispo Mauricio y los reyes Fernando IIIy Beatriz de Suabia, conocerán a Mencía de Mendoza durante la construcción de la capilla de los Condestables, asistirán a la caída del cimborrio, la destrucción de las vidrieras durante la invasión napoleónica o el 'suicidio' de la estatua de san Lorenzo.

Con un Per Abbat un tanto tosco, elementos del cantar de gesta combinados con los de la Catedral, una «relación evidente con la pandemia», la descripción de situaciones rocambolescas y cierta jerga juvenil, Rosa Martín engancha al lector enseñándole que «las cosas se consiguen con esfuerzo, trabajando en comunidad y para la comunidad, sin querer sobresalir más que nadie y cuando hay valores de por medio... Es una forma también de que empiecen a valorar el patrimonio, porque sin eso no tenemos futuro». Los viajeros del templo se puede adquirir en las librerías del Espolón, Luz y Vida y Santiago Rodríguez.