Un belén con cita previa

I.L.H.
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El Nacimiento Monumental de los militares reduce extensión y escenas para adaptarse a las restricciones de la pandemia, incluido el aforo. Como novedad, este año estarán presentes los 3 patrimonios mundiales: Catedral, Atapuerca y Camino de Santiago

Floren ha creado a cuchilla la fachada del Hospital del Rey, San Juan de Ortega y la pila de Redecilla del Camino. - Foto: Jesús J. Matí­as

En este año tan volátil no se puede dar nada por seguro, pero hay que estar preparados por lo que pueda ocurrir. La Asociación Belenista del Regimiento de Transmisiones 22 trabaja con la previsión de poder abrir el Belén del claustro bajo de la Catedral el 11 de diciembre, aunque esa es una incógnita difícil de resolver a día de hoy. Será, y eso sí es un hecho, un belén más reducido con un recorrido controlado para que los visitantes observen las escenas durante un tiempo establecido. La visita durará 15 minutos y los espectadores deberán solicitar la entrada con cita previa. De esta manera se evitarán las colas en el exterior y el aforo estará perfectamente controlado en todo momento.

Esas medidas de aforo influyen también en el formato del Belén de la Catedral, que ocupará 160 metros cuadrados en lugar de los 400 del año pasado, y serán ‘solo’ 48 las escenas (en 2019 fueron 105). Han aprovechado, eso sí, muchas de las figuras, llenando los escenarios de espectadores o ciudadanos que observan lo que la escena cuenta. Se ha cambiado también el itinerario dejando libre la sala Valentín Palencia -que para el montaje han convertido en taller-, mientras se ocupa el acceso al claustro por Diego Porcelos. Todo con el fin de que  la visita sea ágil, segura y se puedan establecer zonas de observación livianas.

En cuanto al contenido, la asociación ha querido hacer un guiño a los tres patrimonios mundiales de la provincia dado que este año se cumplen dos décadas de la declaración de los yacimientos de Atapuercay 2021 es Año Jacobeo y la Catedral celebra su VIIICentenario. Las escenas relativas a la Seo, el Camino de Santiago y los yacimientos arqueológicos conllevan un extra de esfuerzo para la asociación teniendo en cuenta que solo se van a utilizar este año y que, salvo las figuras encargadas a la empresa murciana con la que suelen trabajar, han sido creadas al completo por ellos.

La Cueva del Mirador es la escena que abre el Belén, con cazadores y una familia conviviendo en el paisaje de la sierra sin interferir en el relato bíblico: «Son tres escenas que añadimos para reconocer los patrimonios, pero no cuentan nada más allá de lo que son», apunta el teniente Enrique Rodríguez Menayo, coordinador del equipo que participa en el montaje.

Después del castillo de Herodes una calzada romana avisa de que entramos en la Calle Mayor de Europa. En la escena del Camino de Santiago se ha reproducido la fachada del Hospital del Rey, el monasterio de San Juan de Ortega, la pila bautismal de Redecilla del Camino y un crucero, además de aparecer la flecha amarilla en varios hitos y que haya unos cuantos peregrinos.

La Catedral cierra el recorrido después de la ascensión a los cielos de Jesucristo. La asociación ha reproducido la maqueta románica que se expone en el interior del templo gótico y ubicarán en ella a los artífices de colocar la primera piedra en 1221: el rey Fernando III El Santo, que además es patrón de Ingenieros; la reina Beatriz de Suabia, y el obispo Mauricio, junto a un arquitecto y dos canteros.

Escenas para donar. Cuando se clausure el Belén, el 6 de enero, Retes 22 ya ha pensado dónde reubicar los tres patrimonios, dado que no volverán a formar parte del Nacimiento en próximas ediciones.

La maqueta de la Catedral se repetirá para donar una al templo gótico y otra al Museo de Transmisiones de Pozuelo de Alarcón (Madrid). La representación de Cueva Mirador se entregará al Sistema Atapuerca y los edificios del Camino de Santiago se expondrán, dentro de una urna, en el albergue de la Casa de los Cubos.