Una empresa ofrece rutas en bici eléctrica por Atapuerca

J.D.M.
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Cuatro amigos amantes del ciclismo han puesto en marcha este negocio que, además del alquiler, facilita información para disfrutar de esta comarca 'sin esfuerzo' a través de siete trayectos diferentes

Santiago Garrido (i) y Pablo Gonzalo conocen la rutas por los yacimientos, la Demanda y el Camino de Santiago. - Foto: Patricia

La falta de una buena preparación física o no querer sufrir pedalada tras pedalada priva a muchas personas de disfrutar al aire libre sobre las dos ruedas. Con la premisa de facilitar esta práctica, y que esta además sea una experiencia completa, cuatro amigos y amantes del ciclismo (Santiago Garrido, Pablo Gonzalo, Rubén Hernando y José Carlos Bravo) acaban de echar a andar en Atapuerca una empresa de alquiler de bicicletas eléctricas, donde además ofrecen rutas confeccionadas para disfrutar y conocer el privilegiado entorno de esta localidad: los yacimientos, Mina Esperanza, la Sierra de la Demanda, el Camino de Santiago o Burgos capital son solo algunos de los enclaves que pueden recorrerse de manera plácida gracias el empujoncito que ofrece este sistema. 

Algo menos de un año ha sido el tiempo que han tardado en poner en marcha este negocio. «Lo más complicado ha sido conseguir las bicis debido a la demanda que hay de ellas», explica Pablo Gonzalo, que puntualiza que no hace falta tener ningún nivel de ciclismo ni de preparación para subirse sobre ellas. Basta con reservarlas a través de su página web y elegir la ruta que se desee hacer. «Hemos confeccionado siete, que podremos variar en un futuro según los gustos de los clientes y la demanda que vaya surgiendo. Todas ellas están metidas en el gps que lleva cada bicicleta y que enseñamos a manejar en el momento de la entrega», señala Santiago, natural de Olmos, donde reside, por lo que se conoce casi al dedillo toda la zona.

Antes de lanzar su propuesta han probado bicicletas, rutas y gps con amigos y familiares que les han servido de «conejillos de indias», bromean y lo explican: «Buscamos que sea lo más fácil posible para los clientes y no queremos quedarnos en el alquiler sin más, sino que lo que buscamos es ofrecer una experiencia. Que disfruten del entorno, del paisaje, que las hagan si prisa, y hemos procurado que también pasen por algún bar o restaurante por si les apeteciera parar», comentan en referencia al dinamismo que podría suponer por la comarca. 

Gracias a ellas los usuarios podrán llegar a enclaves a los que no accederían en coche. «También se acorta mucho la distancia y el tiempo de visita. Hay puntos de interés que para llegar en coche hay que dar más vuelta, en cambio, con las bicis, por caminos, pueden hacerlo de una manera más directa», comenta Pablo, que recuerda que las bicis se adaptan a todo tipo de personas, e incluso han pesando en un público de carácter familiar. «Disponemos de sillas para que los padres puedan llevar a niños pequeños y una de las rutas está destinada a ellos, la denominada Slow and baby, más sencilla y llana», comentan. Burgos Histórico, El Cid Campeador, Valle del Vena, Sierra de la Demanda o Sierra de la Pedraja son otras de las propuestas fáciles y sencillas para conocer la comarca. «Personalmente la que más me gusta es la de Sierra de Atapuerca, es quizá la más exigente, pero siempre dentro de la facilidad que supone la bicicleta eléctrica», aporta Pablo. 

Peregrinos. El paso del Camino de Santiago es también una baza que quieren aprovechar desde Atapuerca E-Bikerent. «Aunque en principio no son nuestro público objetivo ofrecemos a los peregrinos la posibilidad de continuar hacia Santiago en bicicleta eléctrica. Les proporcionamos alforjas y los cargadores, y la facilidad de devolver la bici a través de un sistema de Correos cuando ya no quieran seguir usándola», relatan los emprendedores, que entregan también casco y material para poder reparar pinchazos en el caso de que estos sucedan durante el recorrido. 

Para poner en marcha el negocio han contado con una ayuda de Sodebur y ahora también están trabajando con otras empresas del entorno para ofrecer planes que incluyan el alquiler y otra actividad, de carácter gastronómico o relacionadas con la paleontología, la espeleología o la visita a las minas del entorno, entre otras. Todo ello con la intención de que ir sobre dos ruedas sea mucho más que eso.