Los vecinos de Lerma no quieren un crematorio al lado de casa

I.P.
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Inician una campaña de recogida de firmas contra el proyecto, que está a la espera de la licencia ambiental. Iría anexo al tanatorio y a 10 metros del cementerio, como exige la Ley

Vista del tanatorio Virgen del Carmen de la villa ducal, que se completará con el horno de incineración, un edificio de una sola planta en la parte trasera. - Foto: Miguel Ángel de la Cruz

Un grupo de vecinos de Lerma ha iniciado una campaña de recogida de firma contra la construcción de un crematorio, proyecto promovido por los propietarios del tanatorio Virgen del Carmen, con el que pretenden dar un nuevo servicio a la comarca del Arlanza y satisfacer una demanda que desde hace años hay en la zona para poder completar el proceso de incineración en la villa ducal para las cada vez más familias que así lo desean y evitarlas el desplazamiento a Burgos.  

Así lo defiende Carlos Javier  Martínez, propietario de la funeraria lermeña que entiende que extender este tipo de servicios al medio rural es un avance importante al que la población que residen en los pueblos tiene derecho al igual que los que viven en las ciudades.

El proyecto de ampliación del tanatorio con la instalación del horno de incineración está en estos momentos a exposición pública en el Ayuntamiento de Lerma para obtener la licencia ambiental, tras publicarse en el Boletín Oficial de la Provincial el 13 de febrero. El plazo permanece abierto hasta el próximo lunes. Este es el tiempo que tiene los vecinos que se oponen al nuevo servicio para presentar sus alegaciones, que acompañarán con la recogida de firma, 200 en estos momentos. 

Los impulsores de la campaña son los residentes en la zona próxima al tanatorio, en la calle de la Estación, y su entorno. En su momento ya se opusieron a la construcción del propio tanatorio.

Los principales motivos que alegan hacen referencia a la proximidad del crematorio a las viviendas, algunas insisten, a menos de 40 metros, a los olores, problemas y molestias acústicas emisiones contaminantes y problemas respiratorios a medio y largo plazo.     

Los vecinos se refieren a la normativa de sanidad mortuoria del año 2018 que menciona que los nuevos hornos crematorios se construirán «preferentemente» en suelo de clasificación industrial. Aunque reconocen que no tiene rango de Ley y que ese «preferentemente» está sujeto a interpretación, «habiendo sentencias a favor y en contra», y concretan que no se oponen a un horno incinerador en la villa, pero no en esa ubicación.   

En este sentido, los promotores del proyecto se muestran tranquilos y confiados de poder prestar próximamente un servicio a los vecinos de la comarca del Arlanza «que cumple con la legalidad vigente para este tipo de instalaciones». De hecho, el artículo VII del Real Decreto de febrero de 2005  por el que se regula la Policía Sanitaria Mortuoria de Castilla y León, considera a los crematorios «un servicio básico que debe ser considerado como dotación urbanística con carácter de equipamiento», y por ello, añade el decreto, podrá emplazarse «sobre terrenos de cualquier clase y categoría de suelo, siempre que lo permita la normativa aplicable». Igualmente, especifica que los crematorios de nueva construcción se situarán en cementerios o en edificios para uso exclusivo funerarios y actividades afines o complementarias.         

De una planta. Según el proyecto básico y de ejecución, el crematorio será un edificio de una sola planta, con sala de espera de 18,40 metros cuadrados; sala de introducción, de 28,35 metros y sala de trabajo, de 37,60. Se comunicará con el actual tanatorio y tendrá también entrada independiente por la zona del cementerio.