Una ley más dura frente al abandono de 200 perros y gatos

L.M.
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Proanbur recogió el año pasado 186 canes y felinos en las calles de la capital. Urgen a las instituciones «que se involucren más» para atajar el problema

Luis Ramos, con los dos canes que una palentina abandonó. - Foto: Luis López Araico

Cada año son centenares de miles los animales que son abandonados por sus dueños. Según los datos del último informe de la Fundación Affinity fueron 113.217 los perros y gatos que fueron recogidos en 2018 por protectoras y centros municipales, pero este número no contempla los otros tantos que se encuentran en situación de desamparo, sin una casa donde vivir o vagabundeando sin saber dónde parar. Las Asociaciones Protectoras y de Defensa Animal (FAPAM) calculan que la cifra puede ascender, anualmente, a más de 300.000 animales, una media de tres seres vivos cada cinco minutos. EnBurgos la realidad de este problema la viven muy de cerca en la Protección Animal Burgos (Proanbur), que desde su nacimiento en 2015 ha ayudado a cientos de perros y gatos a encontrar un hogar o a sacarlos de las calles.

El año pasado rescataron 186, divididos entre 74 canes y 112 felinos, la gran mayoría con graves afecciones. «El 70% de los perros que hemos recogido llegan con problemas de salud por culpa de la falta de alimentación, por condiciones higiénico-sanitarias deplorables y con fracturas de huesos sin tratar por sus dueños», apunta JudithSánchez, voluntaria de Proanbur. La cuestión de los canes se agrava aún más con los empleados para la caza, como los galgos, que son abandonados por parte de sus propietarios una vez termina la temporada o cuando los animales empiezan a dar síntomas de agotamiento o de vejez. «Hemos rescatado más de veinte abandonados por cazadores por ‘no servir’. Nos hemos hecho cargo de 15 animales del criadero de Melgar de Fernamental por la mala actuación de la Junta de Castilla y León, así como del propio Ayuntamiento», denuncia Sánchez.

En la dura crítica hacia las administraciones habla también el lacero burgalés Luis Miguel Ramos, que hace unos meses recogió un perro en un pueblo de Palencia, cuya dueña se ha desentendido por completo de ellos. «Dimos aviso a la Guardia Civil, que se presentó en su casa, pero ponen la excusa de que no les abre la puerta y se han desentendido por completo», lamenta, admitiendo que ha comprobado su procedencia a través de la identificación a través del microchip.

«Primero abandonó a la madre y a los días a los cachorros», indica Ramos, que pide «hacer algo más para que en este país no sea gratis abandonar perros». Explica que, dado el caso de que pudiera encontrar una nueva familia que quisiera acoger a la madre y la hija -la única que sobrevivió- no podría transferírselos, ya que legalmente siguen estando a nombre de la vecina palentina. «Podría denunciarme por robo», confiesa. Ahora trabaja para la Diputación de Palencia recogiendo canes, pero durante los ocho que estuvo contratado por la burgalesa llegó a recoger hasta 300 perros anualmente. «Muchos de ellos salvajes, errantes.Ahora son una tercera parte», explica.

El problema de los felinos. Salta más a la vista cuando uno se cruza con un perro abandonado que cuando lo hace con un gato, pero estos últimos representan, en proporción, una mayor tasa de el conocido como mejor amigo del hombre. «El 70% llegan a Proanbur con problemas oculares e infecciones, motivo por el cual alguno de ellos ha perdido sus ojos», lamenta Sánchez, que destaca «lo complicado» que ha sido para su asociación este 2019 debido a la alta densidad de camadas de gatos, que han proliferado por la falta de aplicación de un programa de Captura Esterilización y Suelta (CES) en la capital. 

Hace dos años, el grupomunicipal de Ciudadanos denunció la presencia de más de 1.300 felinos callejeros por las calles de la ciudad, repartidos en 37 colonias.El área de Sanidad del Ayuntamiento puso en marcha una campaña para tratar de detenerlo, que se cerró con más de 150 esterilizaciones de gatos.