Vino y nuevas tecnologías maridan a la perfección. Que se lo digan a Dominio del Pidio, que ha aprovechado las posibilidades de la digitalización para llevar su negocio al metaverso y así permitir que los usuarios puedan navegar virtualmente por sus bodegas subterráneas. Las mismas que integran un histórico barrio que data del siglo XVI y que la familia Aragón decidió rehabilitar en la localidad ribereña de Quintana del Pidio tras siglos de letargo. Ahí es donde en la actualidad envejecen sus vinos.
Y ahí es también donde tradición e innovación se unen y caminan a la par. Según detallan, a través de la construcción de un gemelo digital de su red subterránea en el entorno virtual, cada usuario podrá adentrarse con su propio avatar en las centenarias bodegas, sumergirse en su historia -ligada al Monasterio de Santo Domingo de Silos- y recorrer los calados donde uno puede llevarse la sensación de que el tiempo se ha detenido. Esta es, de alguna manera, una fórmula que permite viajar al pasado con tecnología del futuro. Todo ello a través del teléfono móvil o de dispositivos de realidad virtual.
«Dominio del Pidio es mucho más que una bodega: aunamos raíces etnográficas y vitícolas. Entendemos que debemos mirar al pasado para poder construir el futuro, de una manera transversal, desde el respeto al suelo que alimenta nuestras vides, la recuperación de la uva autóctona o los métodos de elaboración de vino», detalla Roberto Aragón, director comercial de la bodega. A su juicio, esta filosofía que guía el día a día de su familia en Quintana del Pidio cobra ahora una «nueva dimensión» con el metaverso, hasta el hecho de convertirse en «la primera bodega de España» que da este paso, como explican en una nota.
Quien opte por vivir esta experiencia ligada al mundo del vino podrá 'caminar' por las cinco bodegas y lagares recuperados por los Aragón a través de un universo digital modelado en 3D. «Las texturas, luces y formas han sido replicadas para que este viaje digital sea fiel a la experiencia real de recorrer las bodegas», precisan al respecto.
El proyecto, según detallan fuentes de Dominio del Pidio, ha tomado forma después de medio año de trabajo, tiempo en el que se ha construido la réplica digital de los 2.800 m3 de la bodega. En cualquier caso, precisan que no se puede hablar de un proyecto terminado, ya que «será sometido a diferentes actualizaciones y mejoras».
Desde la empresa encargada de su creación, Ole Digital Solutions, indican que «a medida que la tecnología avanza, se abre un sinfín de posibilidades para que varios visitantes convivan en el mismo escenario digital y diseñar eventos» que van desde catas virtuales a exposiciones o conciertos en un entorno hecho por y para los amantes del vino, sin olvidar la opción de adquirir productos y conectar con personas de intereses similares. Al final, se trata, dicen, de adaptarse a los nuevos hábitos. En esta línea, su fundadora, Ana Velayos, defiende que «las fronteras entre el mundo virtual y el real se van diluyendo» y eso permite «poner en valor algo tan especial y único como el sector vinícola». Por su parte, en Dominio del Pidio se muestran «muy contentos» de innovar y, sobre todo, de compartir su esencia uniendo pasado y futuro.