El cámping de Frías alquila la mitad de sus parcelas en un mes

S.F.L.
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De las 60 disponibles ya se han ocupado 26. La alta demanda ha llevado al promotor, Raúl Urruchi, a que después de verano amplíe el número de plazas

En el bar-restaurante se reúnen usuarios, vecinos y turistas a diario. - Foto: DB.

El propietario del cámping de Frías ha inaugurado las instalaciones «a lo grande» y en poco más de un mes desde la apertura ha logrado alquilar casi la mitad de las 60 parcelas disponibles. Un hecho que anima a Raúl Urruchi a continuar con la segunda fase de los trabajos y acondicionar otra buena parte de terreno para dar cabida a unas 240 personas más repartidas en otras 60 áreas.

Después de siete años desde que la anterior instalación quedase totalmente arrasada por una riada del Ebro, los turistas disponen de un nuevo emplazamiento para alojarse con sus tiendas de campaña, furgonetas y caravanas. Además, el promotor ofrece en el mismo lugar un servicio de venta directa de bungalows -tanto de nueva construcción como de ocasión- que se encuentran expuestos para que los interesados los visiten. 8 de los más de 30 disponibles solo pueden alquilarse.

Hasta el momento, ya se han instalado de continuo 16 familias que no se pierden un fin de semana y otras 10 han reservado la parcela con posibilidad de compra. Para la sorpresa del empresario la mayoría de las personas atraídas en arrendar, adquirir una parcela o que ya han tomado la decisión de establecerse en lugar corresponden a «usuarios que tenían sus módulos en las antiguas instalaciones y que a lo largo de este tiempo han probado en otros emplazamientos, pero al enterarse de que en Frías ha abierto uno, han optado por volver», expone el empresario, que también ha recibido llamadas de «gente que no guardan ninguna relación con el municipio».

La edificación se retrasó unas semanas según lo previsto como consecuencia de la escasez de materiales de construcción y la dificultad del suministro, aunque finalmente llegaron a tiempo para dar el servicio en Semana Santa. Urruchi ha apostado por las técnicas sostenibles y ha utilizado estructuras elaboradas con materiales ecológicos para reducir lo máximo posible el impacto ambiental y visual. También pretende usar en la medida de lo posible fuentes de energía renovables para promover un turismo ecológico, como placas solares para calentar el agua.

Entre los servicios de tienda, bar-restaurante, aparcamiento privado, parque infantil y piscina, este último ha sufrido un giro inesperado de última hora que ha generado que este verano los usuarios no tengan otro remedio que refrescarse en el río. La idea que barajaba el empresario era construir dos, una para adultos y una más pequeña para los niños. Pero la decisión de enterrar el proyecto de transformar el viejo cámping en una zona de ocio con piscinas que tomó el equipo de gobierno llevó a que el constructor haya cambiado el plan y proyecte levantar unas instalaciones acuáticas más grandes abiertas al público una vez finalice el verano.

Actualmente, tres personas se dedican al funcionamiento del negocio aunque durante los meses de verano Urruchi calcula que tendrá que «duplicar la plantilla».

Eventos. La llegada del buen tiempo a la zona trae consigo eventos para todos los gustos. En el cámping  Frías ya se ha celebrado alguna jornada de puertas abiertas de viajeros en furgoneta y autocaravana y conciertos en el bar. Con ello, la ciudad más pequeña de España cuenta con otro confortable lugar donde pasar un buen rato.