Invertir o estancarse. Quedarse en sus viejas instalaciones situadas en el polígono del Monte de la Abadesa y no tener la capacidad de ampliar sus mercados o lanzarse a la piscina, adquirir una nueva nave o levantar una desde cero y crecer en el mercado burgalés.Ese es el reto que desde el año pasado rondaba en la empresa española TDN, especializada en la distribución industrial y a la que sus dependencias al pie de la A-1 ya se le estaban quedando pequeñas.

Es por ello que empezaron a sondear posibles ubicaciones o espacios vacíos, y en pleno verano dieron con el emplazamiento ideal: las antiguas naves de Villalonquéjar desde las que hasta hace nada operaba el Grupo García Camarero (CBL), que ahora tiene sus instalaciones en la cuarta fase de ampliación. «Valoramos unos terrenos en el Monte de la Abadesa, cerca de donde estábamos hasta ahora, pero nos quedamos sorprendidos de lo bien comunicado que está el polígono (Villalonquéjar) y la cantidad de empresas que hay», asegura Francisco José Marín, delegado de TDN en la provincia. La parcela también se ajustaba a sus pretensiones, ya que cuenta con varios muelles de carga y descarga a dos naves con 5.000 metros cuadrados. Además, dispone también de 350 metros cuadrados de oficinas. Esta fue adquirida por un grupo inversor en septiembre, gracias a un desembolso de 2,1 millones de euros, y realquiladas a TDN.

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