Sánchez se abre a reformar la Carta Magna por el Rey

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El presidente sostiene que la Constitución debe evolucionar conforme a las exigencias derivadas de la ejemplaridad y se muestra partidario de afrontar el cambio para limitar la inviolabilidad del Monarca

Sanchez se abre a reformar la Carta Magna por el Rey - Foto: Eduardo Parra

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se mostró ayer partidario de afrontar un cambio en la Constitución para limitar la inviolabilidad del Rey y recalcó que no debe haber espacio para la impunidad. «Evidentemente, la Constitución tiene que evolucionar conforme a las exigencias de ejemplaridad y conducta política de las sociedades», defendió en una entrevista a dos diarios digitales.

El jefe del Ejecutivo subrayó en varias ocasiones que en España «no hay espacio para la impunidad», e incidió en que la inviolabilidad del Monarca es uno de los preceptos sobre los que se debería de «reflexionar» y ver qué «soluciones» se le pueden dar.

«Este es un Gobierno que ha planteado antes y después de las elecciones, ahora con el Gabinete de coalición y previamente en solitario, una reforma de la Carta Magna para revisar los aforamientos de los cargos públicos para que estén circunscritos a su actividad parlamentaria y no a otra. Por tanto, creo que si eso lo defiendo para cualquier cargo público, lógicamente también para el jefe del Estado», alegó al respecto.

Sánchez se refirió igualmente a los presuntos negocios del Rey Juan Carlos, al que investiga la Justicia por haber cobrado supuestamente comisiones por interceder en el contrato del AVE a La Meca, para subrayar que se trata de informaciones «perturbadoras» e «inquietantes» para millones de españoles, él incluido.

No obstante, destacó que los medios de comunicación están informando, el poder judicial está actuando y la Casa Real «claramente se está distanciando de esas supuestas prácticas reprobables». «Estos tres elementos nos hacen reivindicar que nuestra democracia funciona y que no hay espacio para la impunidad», enfatizó el líder socialista, que descartó que Felipe VI se juegue su futuro en función de la respuesta que Zarzuela tenga respecto a estas informaciones, para luego subrayar que es la propia Casa Real «la que está marcando distancias con esta supuesta práctica reprobable». «Dejemos trabajar a la justicia», zanjó el madrileño.

Estas declaraciones, sumadas a las de ayer de la portavoz, María Jesús Montero tras el Consejo de Ministros, reafirman la postura del Ejecutivo de desvincular a la Corona y a Felipe VI del comportamiento de Juan Carlos I. Yes que, como recalcó la sevillana, «todos somos iguales ante la ley, esto no es una cuestión retórica, es real». 

distancias con iglesias. Por otra parte, la invitación del pasado martes del vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, a que se critique e insulte a los periodistas, tuvo ayer de nuevo su réplica por parte de sus socios socialistas en el Ejecutivo. Mientras su presidente, Pedro Sánchez, se dedicaba a destacar la importancia de la libertad de prensa sin condenar en ningún momento los ataques del de Podemos, dos de sus ministras, Margarita Robles y Carmen Calvo, marcaron distancias con el líder de los morados.

«Este es un Gobierno que defiende la libertad de prensa», subrayó el jefe del Gabinete central al ser preguntado por lo sucedido.

Antes de que hablara Sánchez al mediodía lo hizo por la mañana la ministra de Defensa, Margarita Robles, quien confesó no compartir con Iglesias que «justifique los insultos, porque en una sociedad democrática los insultos no son aceptables ni en las redes sociales ni en ningún otro sitio». A su juicio, la crítica es «muy sana» en democracia, pero «el insulto, en lo que tiene de descalificación, de destrucción de puentes, no es aceptable».

Una idea en la que incidió también la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, quien sostuvo que el lugar de La Moncloa es respetar a todos los periodistas, al tiempo que dijo que la normalización de las críticas y los insultos que defendió Iglesias es «su opinión», desmarcándose de él. «El Gobierno respeta a los medios tanto cuando son proclives como cuando no lo son». Yes que la andaluza defendió el papel de  los medios en un Estado de Derecho y una estructura de libertades en la que la libertad de expresión y la de información hacen posible el juicio ciudadano.