La pandemia aún sirve de excusa para no reabrir consultorios

R.E. MAESTRO
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Gran parte de la atención presencial se ha eliminado; como así se demuestra, por ejemplo, en la zona de Arlanzón, donde el médico ha dejado de pasar por 7 pueblos. Los alcaldes se sienten «abandonados»

La pandemia aún sirve de excusa para no reabrir consultorios

La pandemia obligó a centralizar las consultas en los municipios más grandes y esa parece que se ha convertido en la excusa perfecta para que el médico sigue sin regresar a múltiples pueblos de la provincia. El entorno de Arlanzón y Villasur de Herreros sirve como ejemplo perfecto para ver lo que está ocurriendo en el medio rural y los alcaldes de esta zona básica de salud de Burgos Rural Norte denuncian que la «dejadez» en materia sanitaria genera que se sientan «abandonados». Con los consultorios cerrados, el sistema 'a demanda' con cita previa se alza como la única solución que les han facilitado.

En el caso de Arlanzón tienen actualmente dos consultas médicas a la semana (lunes y miércoles), siendo el municipio que cuenta con una mayor frecuencia. Sin embargo, antes de la pandemia contaban con tres visitas y durante la crisis sanitaria alcanzó las cuatro al centralizarse la atención en la localidad por ser la que más cartillas posee. La última reestructuración les ha dejado con una sola médica para abarcar más pueblos y no les queda más remedio que repartirse los horarios. «Tenemos pedanías como Zalduendo que cuentan con 70 empadronados y desde Sanidad nos dicen que solo hay 10 cartillas», afirma Santiago Castro, alcalde de Arlanzón,  sobre la reducción de visitas que sufre toda la zona. Todas sus pedanías (Agés, Galarde, Santovenia de Oca, Villamorico y Zalduendo) se han quedado sin consulta a una hora determinada. «Ha ayudado mucho la pandemia a justificar esta situación», lamenta Juan Luis Gil, alcalde de Zalduendo.

A Villasur de Herreros solo acude el médico una vez a la semana (viernes), al igual que a Atapuerca (martes), Quintanapalla (jueves) y Rubena (jueves). En cambio, únicamente tienen la opción de solicitarlo a demanda con cita previa Galarde, Hiniestra, Olmos de Atapuerca, Pineda de la Sierra, San Juan de Ortega, Urrez, Santovenia de Oca, Villamorico y Zalduendo.

Uno de los municipios más afectados por los cambios es Pineda de la Sierra. Su consultorio se encuentra cerrado y están a casi 50 kilómetros de Burgos. Han enviado varias cartas a Sanidad exponiendo su caso, pero no se les ha dado soluciones. «No tenemos nada desde marzo de 2020 y esto fastidia mucho a la gente mayor, al final obligan a los pueblos a desaparecer porque este servicio resulta fundamental», afirma Santiago Rojo, alcalde. Ángel Conde, regidor de Urrez, añade que «cada vez nos tienen más abandonados».

También en Barrios de Colina  tenían antes médico una vez a la semana, pero ahora nadie acude a su consultorio. Sus vecinos  deben pedir cita y desplazarse hasta el municipio donde haya consulta, explica David Lucas, alcalde del municipio. «Hay vecinos mayores de 90 años y eso supone un problema», asegura, mientras reconoce que la zona se encuentra «mucho peor» en cuanto a sanidad se refiere tras la pandemia y cree que esto «ha servido como excusa» para dejar de prestar un servicio básico.

«Podían haber preguntado a los vecinos y dar la opción de organizarse, debería acudir al menos una vez a la semana si hay alguien que lo necesita», dice Fernando Núñez, alcalde de Fresno de Rodilla. Se han quedado sin consultas y lamenta que a la hora de llamar al centro de salud para pedir una cita «no contestan, nadie te coge el teléfono». El único remedio pasa por acudir allí donde se encuentre la médica. Sin embargo, como reconocen la mayoría de los alcaldes de la zona, la opción principal es desplazarse directamente al hospital de Burgos. Un verdadero problema puesto que los desplazamientos hasta la capital no resultan fáciles debido a que obligan a depender de alguien con transporte. Eso sí, desde Olmos de Atapuerca o Agés asumen que si se solicita a demanda y llegan hasta el pueblo cuando se pida puede resultar útil el sistema.

El problema se agravó en la zona realmente durante el mes de enero, ya que como argumenta el alcalde de Rubena, Ismael Ruiz, la anterior médica se jubiló el 28 de diciembre y hasta principios de febrero no han vuelto a tener. Durante ese tiempo no les ha quedado más remedio que acudir a Burgos. «Por ahora está todo un poco desordenado y caótico», manifiesta. En su caso tienen un elevado porcentaje de población joven, a diferencia de otras localidades, y de ahí que no requieran muchos más días de consulta. «Igual pides cita y te dan para dentro de 15 días», menciona como inconveniente. Sus vecinos de Quintanapalla conservan el día que ya tenían, pero el alcalde, Javier Lozano, considera que es «poco» para lo que se demanda.