La falta de lluvias en los momentos claves para favorecer la nascencia de los cereales y oleaginosas, y las altas temperaturas posteriores que agostaron la planta son las principales causas del daños en la campaña agrícola de 2022, que en la provincia de Burgos se saldó con una superficie cultivada afectada por los siniestros de algo más de 166.000 hectáreas, duplicando prácticamente las afectadas en 2021, año en el que se contabilizaron daños en 87.811 hectáreas según los peritajes realizados por los técnicos de Agroseguro.

Así, las indemnizaciones alcanzadas en la provincia burgalesa con esa superficie mermada por las condiciones climatológicas se han disparado, alcanzando los 14,1 millones de euros, la cifra más alta de toda la comunidad autónoma, lo que supone un incremento del 14,6% respecto al dinero percibido por el sector agrario burgalés en la campaña de 2021. 

Las producciones de herbáceos extensivos, es decir, del cereal, las oleaginosas o las legumbres, fueron las que más daños sufrieron durante la pasada cosecha, lo que se ha traducido en 11,6 millones de euros en indemnizaciones.

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