La polémica sobre las obras de la plaza Santiago no tiene final al menos en el corto plazo. Todavía hay tres goteras en el garaje subterráneo a pesar de la ausencia de lluvias durante el verano y ha aumentado el número de grietas en el asfalto superior hasta llegar a la treintena e incrementado sus dimensiones. A ello se añade que ha sido necesario talar cuatro árboles tras haberse secado. El enfado de los propietarios de las 244 plazas de aparcamiento es mayúsculo al ver que pasa el tiempo y no se llevan a cabo las correspondientes reparaciones para cumplir de la sentencia del Tribunal Contencioso Administrativo número 1.

Lo cierto es la Universidad de Burgos ha comenzado a realizar un informe que determine los motivos de los agrietamientos en la superficie y las filtraciones en el párking, tras recibir el encargo. Ello obligará a monitorizar los movimientos en la estructura y en los forjados durante seis meses y en los dos meses siguientes emitir una valoración.

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)