Los polígonos quieren inversiones blindadas

Á.M.
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Los empresarios de los principales complejos de la capital alertan del centralismo de la Junta y piden trazar estrategias a largo plazo

De izquierda a derecha, Fernando Andrés, Jorge Villaverde y Fernando de Santiago - Foto: Alberto Rodrigo

El pleno del Ayuntamiento de Burgos les creó el viernes a los polígonos de la capital su propio distrito de participación ciudadana. Así: lentejas. Ninguna de las patronales o asociaciones que representa a la industria local tenía el mínimo conocimiento de que fueran a hacerles tal favor. Lo impuso la mayoría (14 votos sobre 27) que representan PP, Ciudadanos y VOX en el uno de Plaza Mayor. Al gobierno socialista la música la sonaba rara por aquello de que existe un plan de industria, un consejo social, una patronal... Vamos, que la línea es multicanal y está abierta.

Para saber cómo palpita el sector, qué demandas tiene y qué necesidades detecta, DB ha reunido a la voz de los tres principales complejos industriales de la capital: Jorge Villaverde, presidente de la Asociación de Empresario de Villalonquéjar; Fernando de Santiago, presidente de la Asociación de Empresario del Polígono Burgos Este (Gamonal-Villímar-Villayuda) y Fernado Andrés, que es el empresario al que remiten sus colegas del Monte de la Abadesa -que carece de asociación como tal- cuando requerimos una opinión autorizada.

Sobre la creación del distrito reconocen que se han tenido que informar de qué va la película, pero Villaverde cree que servirá de algo «si es una manera de sacar adelante inversiones en unos polígonos que ya son antiguos», porque «hasta la fecha no hemos conseguido nada». De Santiago advierte que «lo que necesitamos es estar presentes en los órganos de decisión de la ciudad», mientras que Andrés espera que no se trate de «una operación de imagen» y sirva para «tener protagonismo en la toma de decisiones». De entrada, hay dudas de la utilidad del distrito.

Como personas de negocios, saben que lo importante es el rancho y no el plato en el que te lo sirven. «Lo que se necesita es una partida de dinero que esté reflejada cada año en los presupuestos de la ciudad: si se hace a través del distrito o del Consejo Social no es lo relevante», continúa De Santiago. Andrés hace un diagnóstico de situación al que sus colegas asienten con firmeza y que suena grave: «La industria de Burgos está perdiendo protagonismo y esa es la base sobre la que se debe actuar. La única forma de atraer y fijar población es a través de la industria. La de Burgos antes era hegemónica en la región y está perdiendo esa condición: hay empresas que se ubican en otras ciudades por intereses políticos, en algún caso en León y en otros en Valladolid y Palencia».

DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO. La empresa industrial cree que la administración local, más allá de crear distritos, debe tomar una actitud comprometida y proactiva, «porque hasta ahora han dejado que sea la inercia de los empresarios de Burgos la que tire de la industria, pero nosotros iremos desapareciendo». Andrés, por ejemplo, se pregunta si «dentro del Ayuntamiento tenemos un caldo de cultivo adecuado para atraer riqueza». Es una pregunta retórica pero, por si acaso, la contesta: «Yo creo que no». «El peso industrial en nuestra ciudad y nuestra provincia está decreciendo y los jóvenes se van. Hay un trasfondo en esta ciudad que, ahora mismo, no es el ideal para crear riqueza», añade.

En la patronal de Villalonquéjar creen que «hay que preguntarse qué es lo que no estamos haciendo» porque «los que vienen de fuera se quedan sorprendidos cuando conocen Burgos». «Tenemos un empresariado ejemplar. Mira, cuando sales de aquí y vas a hacer negocios, el ser de Burgos es una garantía para potenciales socios. Somos gente seria, tenemos paz social y mano de obra cualificada porque pagamos por encima de la media de nuestros sectores. Eso es un capital que tenemos, pero debemos creérnoslo tanto los empresarios como los operarios y los políticos. Hay que saber venderse y mi sensación es que no sabemos», remacha Villaverde.

De Santiago mira a Europa y traza un cordón umbilical con Madrid que sería ampliable al País Vasco. «Nuestras distancias con la capital no son nada en Europa. Las comunicaciones cada vez serán mejores y tenemos que saber decirle a la gente que se puede trabajar en Madrid y vivir en Burgos. Es una forma de atraer población. En lo que nos afecta de forma directa, es necesario hacer más amables los polígonos». Villaverde subraya que «los polígonos son una parte más de la ciudad en la que convivimos más de 20.000 personas cada día: no deja de ser un espacio urbano y, como tal, requiere de un mantenimiento continuo».

Al igual que en el caso de la atracción de inversores, los empresarios le dan mucha importancia a la imagen, «y a nosotros no nos parece que el Ayuntamiento esté cuidando la imagen de sus polígonos», puntualizan desde el Monte de la Abadesa, donde citan como ejemplos «los problemas de aguas, de vertidos, de limpieza o de accesos». Andrés pide al Ayuntamiento que «el primer objetivo» sea «invertir lo que no han invertido en 25 años», que «cierren planes de inversiones y que un porcentaje de los impuestos se dedique a cuidar la industria».

ESCENARIO CAMBIANTE. En los últimos años, las inversiones municipales en el campo industrial se han concentrado en generar oferta de suelo para levantar nuevas plantas, caso de Villalonquéjar IV, en aprobar beneficios fiscales, empujados por el siniestro de Campofrío, o en enclaves concretos que no dejan de ser una parte minúscula del trazado de la capital. Actualmente, la industria ocupa más de 2.200 hectáreas de suelo en la capital, la aportación de la actividad industrial al Valor Añadido Bruto es la tercera más alta de todas las provincias españolas y 50.000 personas tienen una dependencia directa de este sector. Son datos recogidos en La industria en el área urbana de Burgos, publicado en 2018 por Gonzalo Andrés López, Henar Pascual Ruiz Valdepeñas e Ignacio Molina de la Torre.

La realidad no admite muchas interpretaciones: la industria debe ser una prioridad de la gestión política gobierne quien gobierne. Por contra, las patronales de los polígonos no creen que eso esté en las oraciones políticas. Preguntados sobre la concejalía de Industria, creada durante el gobierno de Juan Carlos Aparicio, De Santiago dice que «no la hemos visto», Villaverde que existe «sin pena ni gloria» y Andrés cree que, «si la ha habido, debería hacer acto de conciencia y ver qué frutos ha recogido».

(Artículo completo en la edición de hoy)