Tres veranos de paz en la N-I

I. ELICES
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Han transcurrido tres estíos tras el fin del peaje en la autopista y en la nacional no ha habido que lamentar ningún fallecido. Los habitantes de los pueblos que la jalonan reflexionan sobre la 'nueva' carretera

Ricardo, alcalde de Prádanos (d.), José Ignacio, Manuel y Rafael Solaguren (i.), a la altura del kilómetro 274 de la N-I. - Foto: Luis López Araico

«En los años 80 y 90 había un depósito en el cementerio donde traían todos los cuerpos de quienes morían en esta maldita carretera; luego se los llevaban para hacerles la autopsia», recuerda Alfredo en Prádanos en una reunión improvisada junto al alcalde, Ricardo;dos vecinos, José Ignacio y Manuel, y Rafa Solaguren, la cabeza visible de la plataforma de la N-I, la que luchó durante más de una década por la supresión de los peajes de la AP-1, cuya liberación tuvo lugar en diciembre de 2018.

El portavoz del colectivo accede a la propuesta de Diario de Burgos de  hacer un recorrido por algunos de los pueblos que jalonan la nacional después de casi tres años y tres veranos sin víctimas mortales en la vía y coincidiendo con la liberalización de casi  500 kilómetros de autopistas en este mes de septiembre, entre ellos muchos de la AP-2 y la AP-7. Por fortuna las conversaciones de hoy sobre la N-I giran en torno a los recuerdos y a las demandas al Ministerio de Transportes de que amplíe la doble vía y haga más conexiones.

En una tarde de septiembre, las calles de Prádanos están tranquilas. El bullicio que trajeron los hijos del pueblo que residen en otros lugares de España y llegaron en agosto para pasar unos días ha dado paso a la calma, a los paseos morosos de veraneantes rezagados y vecinos fieles, la atmósfera ideal para hablar de los viejos tiempos. Manuel, vecino consorte de la localidad, recuerda cuando «había que parar el tráfico de la nacional para que cruzara la comitiva fúnebre hasta el cementerio cuando había entierro». Yde eso no hace mucho tiempo, puesto que la pasarela peatonal que salva la carretera se instaló hace siete años. «Bueno... y no solo con los entierros, acuérdate de los rebaños de ovejas; se montaban unos atascos de aúpa», añade Alfredo, que fue concejal del Ayuntamiento hace unos años.

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)