El HUBU deriva parte de la lista de espera a San Juan de Dios

GADEA G. UBIERNA
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El hospital privado programa cirugías y consultas de la unidad del dolor. También rehabilita a pacientes con ictus. Falta por concretar la unificación para realizar colonoscopias, ecografías y citas de Dermatología

El hospital privado vuelve a operar para Sacyl y también atiende a pacientes de la Unidad del Dolor del HUBU. - Foto: Alberto Rodrigo

Pacientes del HUBU que están en lista de espera para una cirugía en Oftalmología, Traumatología, Cirugía General y Vascular están recibiendo ya cartas y/o llamadas para concertar una cita y operarse en el quirófano del hospital de San Juan de Dios en lugar de hacerlo en el hospital público; algo que también les está sucediendo a personas pendientes de una consulta o de un tratamiento específico en la Unidad del Dolor. Después de un tiempo de organización de circuitos y derivación de enfermos, el convenio de colaboración especial entre el HUBU y San Juan de Dios se ha activado en estas dos áreas: la quirúrgica y la de atención al dolor. 

Fuentes oficiales confirman que también ha habido algún traslado de pacientes con necesidad de rehabilitación tras un ictus (prestación de la que, por ahora, solo son beneficiarios los mayores de 70 años) y que se están ultimando los detalles para iniciar «cuanto antes» la derivación de consultas de Dermatología -donde el HUBU tiene un grave problema de personal y una lista de espera para primeras visitas enquistada desde hace años en torno a las 5.700 personas- y las pruebas diagnósticas: colonoscopias, gastroscopias y ecografías. 

Esta última parte es la más novedosa del acuerdo alcanzado entre Sacyl y San Juan de Dios a finales del año pasado, ya que es la primera vez que se incluyen técnicas en la actividad conveniada; estudios que, por otra parte, no solo generan mucha lista de espera en el HUBU en número de personas, sino que también conllevan un tiempo de espera largo. En el caso de las ecografías, que es el único sobre el que Sacyl ofrece datos detallados, había a finales de diciembre 1.718 personas pendientes de esta prueba por razones atribuibles únicamente a los recursos y medios de Sacyl (por aplazamiento voluntario o por decisión clínica había otras 564) y, de media, esperan casi tres meses (80 días)

Estos datos, algo mejores que los registrados en mismas fechas del año anterior, siguen siendo excesivos para garantizar una respuesta en tiempo y forma, por lo que el HUBUsolía optar por externalizar, al menos una vez al año, paquetes de 400 o 500 pruebas de este tipo a empresas dedicadas al diagnóstico por imagen en el sector privado.

Una vez que Sacyl y San Juan de Dios se sentaron a negociar un nuevo convenio de colaboración especial, la sanidad pública incluyó entre sus necesidades la realización de pruebas diagnósticas y, una vez firmado, no se podrán derivar a otros centros privados. Otro tanto se aplica a las colonoscopias, que en algunos momentos en los que ha habido mucha saturación en el HUBU, también se han concertado con clínicas privadas.

La sanidad pública pagará a la Orden religiosa 6,3 millones al año (uno más de los que pagaba hasta ahora, que equivale a un aumento del 19%) por un servicio con el que, en general, pretende 'desatascar' consultas muy presionadas. La Unidad del Dolor es una de ellas, dado que cada vez hay más demanda y Anestesiología del HUBU no dispone de tantos efectivos como para garantizar plena actividad en quirófanos y consultas al mismo tiempo. Así que se acordó que el anestesista de San Juan de Dios (que hasta 2019 formaba parte de la plantilla del HUBU) no solo pase consulta, sino que también tratará el dolor, hará infiltraciones y aplicará radiofrecuencia. 

En Dermatología también se ha conveniado cirugía ambulatoria, además de consultas externas.