El Hereda San Pablo respiró ayer aliviado después de que las pruebas médicas a las que fue sometido Anthony Clemmons no revelaran ninguna lesión grave. El último fichaje azulón se retiró en el inicio de la prórroga en Andorra con gestos de dolor y llevándose la mano al pubis. No volvió a saltar a la pista en lo que restaba de encuentro y eso hizo crecer la preocupación, pero finalmente los resultados de la ecografía dieron cierta tranquilidad. «No se ha visto nada extraño ni tampoco inflamación en la zona. Fueron solo unas molestias», explica Sergio Rodríguez, fisioterapeuta azulón.

El nuevo base de los burgaleses realizó un movimiento raro que le provocó una dolencia en el pubis de la pierna izquierda -ya había tenido problemas con anterioridad en la derecha-, pero los servicios médicos del club castellano consideran que podrá estar con el resto de sus compañeros en el regreso a los entrenamientos. «Podrá entrar en dinámica y dependiendo cómo esté iremos viendo las cargas», comenta Rodríguez, que asegura que no hay ninguna lesión preocupante.

Salvo un giro inesperado de guion, Clemmons estará disponible para el crucial encuentro del domingo en Barcelona, donde el Hereda San Pablo tendrá una nueva oportunidad de agarrarse a la permanencia en la Liga Endesa. En su estreno, aportó ocho puntos, dos rebotes, cinco asistencias y 12 créditos de valoración en los 22.12 minutos que estuvo sobre el parqué. Además, para este segundo compromiso podría actuar con pasaporte comunitario si se resuelve a tiempo la burocracia de su pasaporte kazajo.

También se espera que comparezca en la Ciudad Condal Alex Renfroe (...).

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