La Junta apoya la estrategia de la caza del Ministerio

SPC
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Suárez-Quiñones critica descoordinación del Gobierno en la fijación de criterios para el diseño de políticas públicas de desarrollo rural y medio ambiente

La Junta apoya la estrategia de la caza del Ministerio - Foto: Juan Mellado

La Junta de Castilla y León consideró hoy "insuficiente" para la defensa del mundo rural la Estrategia Nacional de la Caza propuesta esta tarde por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en el seno de la Conferencia Sectorial de Agricultura y Desarrollo Rural, y pero apoyó el documento porque "de forma muy tímida, supone un avance y un reconocimiento de la actividad cinegética".

Al respecto, lamentó que el documento, en alguna de sus partes, es un allanamiento tácito a las demandas de sectores integristas, animalistas y urbanas más extremas de la sociedad española.

El consejero de Fomento y Medio Ambiente en funciones, Juan Carlos Suárez-Quiñones, defendió la posición de la Junta, y criticó en su intervención la descoordinación del Gobierno de España en la fijación de criterios orientadores para el diseño de políticas públicas de desarrollo rural y medio ambiente, pues frente a iniciativas como la Estrategia promovida por el Ministerio de Agricultura, que van en esa línea, otras acciones y actuaciones de otros Ministerios y Vicepresidencias van en sentido contrario.

En este sentido, Suárez-Quiñones indicó que frente a iniciativas como la Estrategia Nacional de Caza, que defiende intereses rurales, hay otras acciones y actuaciones de otros Ministerios que van en sentido contrario.

Además, recalcó que la Junta apuesta por que la Estrategia de Caza sirva para ganar relato en cuanto a la actual percepción de la práctica cinegética ante una parte de la sociedad urbana, muy influenciada por las doctrinas animalistas integristas, a la vez que incidió en la necesidad de resaltar su valor cultural, además de económico, social y ambiental. Así, aseguró que es fundamental cambiar la percepción considerándola socialmente como una actividad tradicional del medio rural como la agricultura, la ganadería o la gestión forestal, que precisa de un importante relevo generacional, por lo que es básico una "acción especial" en materia educativa.

La Estrategia Nacional de la Caza es un documento técnico, de carácter orientativo ('libro blanco'), que repasa en buena medida la situación de la caza en España. El documento ha tenido más de 7.000 alegaciones, muchas de ellas de grupos contrarios a la caza que, según la Junta, han contribuido a diluir el objetivo inicial perseguido.

El documento tiene sólo ese carácter orientativo o de libro blanco dado que las competencias básicas y de gestión son de las comunidades. La Estrategia hace mucha incidencia en la sostenibilidad de la caza, uno de los pilares básicos para defender una caza moderna y con futuro, como lo ha hecho la reciente Ley de Caza y Gestión Sostenible de los Recursos Cinegéticos de Castilla y León de 23 de junio de 2021, pionera y que ha constituido una importante innovación legislativa a nivel nacional.

Pero, tal y como insistió Suárez-Quiñones, el objetivo fundamental de este documento aprobado hoy, es servir para cambiar la percepción social negativa que tiene esta actividad en una parte de la sociedad. El consejero dejó claro el compromiso de la Junta con la sostenibilidad. Así, recordó que, tras lograr que dos sentencias del Tribunal Constitucional y una del Tribunal Supremo avalaran la normativa de la caza en Castilla y León, las dos primeras ratificando la constitucionalidad de la modificación de la anterior Ley de caza, y la tercera avalando nuestra normativa reglamentaria, a pesar de ello se promovió por la Junta el dictado de una nueva Ley reguladora de la caza, moderna y adaptada a criterios estrictos de sostenibilidad, en la que esta Estrategia se apoya, que fructificó en la mencionada Ley de Caza y Gestión Sostenible de los Recursos Cinegéticos de Castilla y León, Ley 4/2021, de 1 de julio.

Ley de Bienestar Animal

Por otra parte, el consejero se refirió al anteproyecto de Ley de Protección, Derechos y Bienestar de los Animales, en la que. a su juicio, se imponen unas condiciones muy duras para los cazadores y a los ganaderos que quieran tener o criar sus perros como hasta ahora. También se refirió al anteproyecto de la Ley Orgánica de modificación de la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal, en materia de maltrato animal, ya aprobado, y que aplica un régimen penal "desproporcionado".

A su vez, el consejero volvió a incidir en el "tremendo ataque a nuestra ganadería y al medio rural que ha supuesto el incluir en el Lespre" (Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial) a las poblaciones de lobo al Norte del Duero, no ya solo por su cambio de estatus cinegético, que Castilla y León ha llevado a los Tribunales, sino porque la nueva Orden Ministerial que regula los controles de lobo, prácticamente impide que las comunidades puedan autorizar cualquier tipo de captura o de control poblacional de ejemplares de lobos que causan habitualmente daños a la ganadería.

Así, el consejero sentenció que la Estrategia Nacional de Caza ha supuesto una "oportunidad desaprovechada para una apuesta valiente y decidida por la defensa de la continuidad de la caza en  España". En este sentido, reprochó al ministro Planas que para asegurar esta actividad es imprescindible asegurar el relevo generacional de cazadores. "Este reto es inalcanzable siempre que desde las Administraciones Públicas no se garantice que la actividad de la caza entre nuestros niños y jóvenes es una opción normalizada, y no lo será mientras no se adopten medidas para que los jóvenes no tengan que sentir temor al rechazo y a veces vergüenza por ser hijos de cazadores o por participar de esta disciplina".

A su vez, también aseguró que "las redes sociales, bajo el anonimato y las expresiones de odio, es otro reducto de criminalización de la caza, que va en contra de este necesario relevo generacional en la actividad de la caza. Por todo ello, la oportunidad perdida de esta Estrategia Nacional de la Caza ha sido no incorporar al currículum del sistema educativo español la promoción de la actividad cinegética, reforzando el conocimiento de la cultura cinegética y sus beneficios sociales, económicos y ambientales".