635 días sin olvidar la covid

A.C. / Villarcayo
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El villarcayés Ernesto Kimbo Arroyo lleva puestos desde mayo de 2020 un total de 28 ramos de flores en la plaza de la Fuente en memoria de las 98.462 personas que hasta ahora han muerto a causa de una infección por coronavirus

Ernesto Kimbo Arroyo, con el ramo 28, que colocó el pasado sábado en el mástil que sostiene la bandera de España. - Foto: A.C.

Inasequible al dolor, que le acompaña desde que sufrió una intoxicación por ácido clorhídrico en enero de 2007, y al desaliento que esta larga pandemia produce en muchos ciudadanos, el villarcayés Ernesto Kimbo Arroyo lleva «1 año, 8 meses y 26 días» manteniendo vivo el recuerdo de las hasta ahora 98.462 personas que han perdido la vida por coronavirus en España. En el mástil que sostiene la bandera de España en la plaza de la Fuente siempre hay un ramo de flores rojas y amarillas desde que a finales de mayo de 2020 se decretaron diez días de luto oficial.

El último ramo que estrenó el memorial, el número 28, lo colocó el sábado, antes casi del amanecer, para que cuando el centro de Villarcayo fuera cogiendo el pulso matinal, las flores ya lucieran puntuales en su lugar y quien más, quien menos, al girar la cabeza y observar las margaritas y claveles, recordara las graves consecuencias que ha tenido la pandemia. La idea de poner el primero le sobrevino en el minuto de silencio celebrado el 27 de mayo de 2020 en la plaza del Ayuntamiento. «No sé explicar qué me movió a hacerlo», admite, pero afirma que «es un deber moral recordar a estas víctimas y es algo que afecta a todos de una manera u otra». No sabe cuántos fallecidos hubo el día anterior a la entrevista. No se obsesiona por unos números que nunca imaginó y tampoco ha puesto fecha de caducidad a su iniciativa.

Arroyo ya era un experto en mascarillas cuando llegó la covid. Su Síndrome de Sensibilización central, origen de su sensibilidad química múltiple, fibromialgia y fatiga crónica, entre otras muchas dolencias, le obligaba a aislarse de cualquier producto químico. Trabajando como electricista se intoxicó con la nube del potente ácido corrosivo que estaban echando en la fachada. Con la llegada de la pandemia y las mascarillas a la vida de todos dejó de ser ese hombre diferente, que desde 2009 ocultaba su rostro bajo una sofisticada e impenetrable máscara que compra en el Reino Unido.

Pero su vida apenas cambió con la covid. El giro radical ya lo dio a raíz de la intoxicación que le ha supuesto un grado de aislamiento importante, porque no puede viajar en vehículos de ningún tipo ni estar entre muchas personas. Se emociona al recordar la última vez que vio el mar junto a su hijo pequeño en Laredo. Pero no puede permitirse unas vacaciones y tampoco el esfuerzo y los problemas que le acarrea viajar. En estos últimos diez años solo ha salido de Villarcayo para ir al HUBU, a Toxicología a Valladolid y a las oficinas de INSS en Medina de Pomar.

Entre sus rutinas está cuidar del ramo, que siempre acumula agua en el papel de celofán que hace las veces de jarrón y hace posible que las flores duren de tres a cuatro semanas. No falla cada día, a primerísima hora de la mañana y en una segunda ocasión a lo largo del día. Vive a unos pasos de la plaza y eso le facilita la tarea, aunque destaca como «todo el mundo, vecinos, visitantes, rojos y azules han respetado siempre el ramo y eso se merece el esfuerzo de bajar a revisarlo».

Del rey a Ayuso. Esta Navidad, el memorial de la plaza de la Fuente de Villarcayo fue dado a conocer a los presidentes de las 17 autonomías y las dos ciudades autónomas, al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, e incluso a la Casa Real. Todos ellos recibieron una felicitación de Navidad diseñada por Ernesto Kimbo Arroyo con un árbol de Navidad y cada una de las banderas de todas las autonomías en sus bolas. Las firmaron él y el alcalde, Adrián Serna, quien aplaude el gesto de su vecino. y en ellas también aparecía una imagen del ramo y un recuerdo a las víctimas de la covid. La Casa Real le contestó con una felicitación que guarda enmarcada, así como el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; el de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, que la acompañó con unas anchoas -hay foto que lo atestigua-; el de Aragón, Francisco Javier Lambán; el de Extremadura, Guillermo Fernández Vara; o la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Con ella tuvo un segundo detalle el pasado día 1, en que le envió -tras un sorteo- un recorte de la cinta de la bandera de España con el número 26. Ayuso le contestó el día 9 agradeciéndole el doble gesto de colocar el ramo 26 y enviarle un trozo de la cinta que lo acompañaba, algo que la «llenó de emoción». En su misiva le indicó que se conservará enmarcado en la sede de la presidencia de la Comunidad de Madrid.