Martín García Barbadillo

Plaza Mayor

Martín García Barbadillo


Fede

12/09/2022

La semana pasada falleció Federico Vélez, Fede, un nombre que es sinónimo de fotografía en esta ciudad. Aprendió de su padre (el primer Fede) el oficio y entre ambos armaron la memoria visual de Burgos de gran parte del siglo XX, nada menos. Es curiosa la relación entre familia y fotografía; muchas de las grandes firmas de este negocio en España han sido, como en el caso de los dos fedes, sagas familiares que han dejado constancia de la vida y su tiempo desde los acontecimientos históricos para la prensa hasta los retratos de todo hijo de vecino en sus estudios. Así, los Campúa o el estudio Alfonso en Madrid o los Pérez de Rozas en Barcelona han sido verdaderas leyendas de este arte/disciplina. 

Estas sagas han construido, con su trabajo diario, un torrente de imágenes que se resignifican con el tiempo: lo que en el momento en que fue fotografiado era una nimiedad cotidiana, con los años se convierte en algo fabuloso. Este periódico, para el que él y su padre tomaron imágenes durante décadas, adquirió su archivo de prensa, cientos de miles de negativos. El que esto escribe ha tenido la suerte de bucear en ese fondo en busca de imágenes de esas historias pequeñas que han venido publicándose los sábados en este diario. Y ahí uno no deja de sorprenderse, a veces con la mirada, con el punto de vista, con la composición, con la luz, con el tema o incluso con la poesía, que necesitan del paso y el poso del tiempo para aflorar. Hay instantáneas increíbles de un boxeador escuchando su cuenta atrás sentado en un contraluz en la lona; de personas aparentemente perdidas frente a varios caminos en un páramo nevado; de niños jugando ajenos al mundo adulto y fotos con mucha gente, masas y masas en la calle, como en una película italiana de los años 50, como era la vida aquí, gente por todas partes.

Uno, que gusta de las carreteras secundarias, ha disfrutado como un niño con las fotos del final de los rollos, que Fede (uno de los dos) tiraba de cosas, situaciones o personas que se encontraba de camino a revelar o al lugar al que se dirigiera. Cuentan más que muchos tratados.

Tuve la suerte de encontrarme con él, visitar su estudio en Laín Calvo y escuchar, de primera mano, palabras apasionadas que podían pasarse por los líquidos del laboratorio y producir fotografías. Se ha ido una mirada que es la nuestra y sobre todo, un gran tipo. Hasta siempre Fede.

Salud y alegría.