Cada año, la infraestructura interna de Sonorama Ribera crece, aumenta servicios, pone a disposición de los artistas nuevas opciones para que su show luzca como debe. Este año, aprovechando además que se está elaborando un álbum fotográfico con los que ocupan día tras día los escenarios, en la puerta contigua al estudio fotográfico hay montado un gabinete de estilismo. Algunos de los peluqueros y maquilladores de más renombre en el panorama nacional van a estar en Aranda para atender a las estrellas del festival.
Y todo ello gracias a la faceta más desconocida de uno de los comercios más longevos de Aranda, la cuchillería Sampil. «Todo el mundo nos conoce aquí por la copia de llaves y cuchillos, pero yo llevo dedicándome a la tijera de pelo de alto nivel en el panorama internacional, hasta tal punto de ir a Japón, Italia,...», puntualiza Paco Álvarez.
Un día hablando del festival con su mujer, a ella se le ocurrió hablar con Javier Ajenjo, le enseñaron el show room de herramientas de peluquería que tiene montado en el sótano de la tienda e idearon crear este servicio de estilismo para los artistas, tanto hombres como mujeres. «Vienen estilistas de Córdoba, de Segovia y de Asturias, todos del más alto nivel en España y con academias muy top, y para darle el toque local tenemos a Jonathan de la Torre, que tiene una barbería en Aranda, y a Lara Barrios, que es maquilladora», enumera Álvarez.
Tienen la agenda «a reventar» a pesar de haber lanzado la iniciativa a escasas fechas del inicio del festival, y por las manos de estos profesionales de la imagen van a pasar muchos de los grandes artistas del cartel. «Nunca había trabajado en un festival», reconoce Eulogio Medina Núñez, pero sus tijeras están acostumbradas a meterse en los cabellos de personajes más que conocidos y reconocidos. «Yo trabajo gente de la farándula, por decirlo de alguna forma, como los de La Isla de la Tentaciones, que son como hermanos míos, y con futbolistas, como Correa o De Paul del Atlético de Madrid», pone como ejemplo este colchonero.
Más allá de modas y tendencias, Eulogio sabe que el pelo es pelo y «nuestra forma de hacer es tratar a todo el mundo igual, da igual que sea un fenómeno en su trabajo o una persona anónima, a todo el mundo le damos el mejor trato y la máxima calidad». Estos días, la técnica que más les están pidiendo los artistas son degradados, «por el calor que está haciendo», y texturas en el cabello. «Pero los artistas son guapetes y no hace falta hacerles mucho», asegura, aunque reconoce que tienen un poco de presión por saber que su labor se va a ver en el recuerdo fotográfico de este 25 aniversario de Sonorama Ribera. «Es un honor y una responsabilidad, pero llevamos tiempo preparándonos para dar respuesta a cualquier petición», confirma Eulogio, que en su agenda también tiene a C Tangana. «Le esperamos con mucho gusto y mucho cariño, le daremos un abrazo cuando venga y le dejaremos guapete seguro», le deja el recado.
Sus compañeras son María Fernández y Francesca Melian, una peluquera y la otra maquilladora. «Por aquí ya han pasado Olimpia, Rozalén y Beatriz Romero, su intérprete, Los Secretos, MDA y ahora Jack Bisonte», hacen ambas memoria de los artistas a los que ya habían atendido.
En la rama de maquillaje, las peticiones de sus clientes son de lo más variado, desde «un retoquito para quitar los brillos» a Los Secretos, hasta las chicas, que tienen un abanico más amplio para trabajar. «Algunas quieren algo natural, como Beatriz Romero, pero otras nos dicen que las sorprendamos, por ejemplo, la chica de Olimpia nos pidió algo más oscuro pero unos labios luminoso. La verdad es que hay estilos muy diferentes», enumera Francesca.
En su gabinete de estilismo hay tres sillones preparados para acoger a los artistas, rodeados de todo tipo de material profesional para el maquillaje, la peluquería y la barbería, porque también dejan listos para fotografías y presumir de barbas y bigotes, tan habituales entre los grupos del cartel. Entre todo destacan las tijeras que, gracias a Paco Álvarez, tienen a punto y perfectamente afiladas para llevar a cabo los trabajos más detallistas y primorosos.
Gran parte de su labor es que no se note. Es decir, que los que pasen por sus manos luzcan radiantes sin que les cambie su estilo y vayan acordes con su forma de ser sobre el escenario. En un rato con ellos, se puede comprobar que Beatriz Romero se fue satisfecha con un sencillo moño alto, los ojos destacados para aportarles profundidad pero los labios muy suaves. Tras ella, los chicos de Jack Bisonte, a los que dejamos en manos de estos profesionales para que les devolviesen su estilo de peinado y esos ojos marcados que suelen lucir y que, tras darlo todo en la plaza del Trigo, se habían echado a perder.