El AVE entre Burgos y Madrid entró en servicio el pasado viernes 22 de julio. Menos de dos semanas después, Renfe ya ha tenido que suprimir al menos 4 servicios del tren modelo 102 por culpa de un rayo caído el martes en la capital de España que hizo un agujero en el techo, según la compañía. Se han cancelado los convoyes que debían de haber salido el martes a las 19:45 horas desde Madrid-Chamartín y los dos de ayer, tanto el que parte de Burgos-Rosa Manzano a las 7 de la mañana como el que regresa desde la capital de España a las 19:45 h. Esta mañana tampoco ha partido el de primera hora.

La solución que ha proporcionado Renfe hasta la fecha ha sido la de ofrecer el trayecto vespertino entre Madrid y Valladolid en tren. Concretamente en el Avant que va hacia León a las 20 horas, que puede circular por la línea de LAV pero a una velocidad menor que la del AVE y prestaciones inferiores. Una vez en Campogrande, los viajeros con billete hasta Burgos deben subirse a un autobús para cubrir los 140 kilómetros que separan ambas estaciones por carretera. El trayecto, programado para cubrirse en 1 hora y 33 minutos, se prolonga hasta más de las 2 horas y 45 minutos. En el caso de los viajes entre Burgos y Madrid, Renfe ha decidido que los usuarios del AVE tomen el siguiente Alvia de las 8 de la mañana.

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