Graduación

MARTÍN G. BARBADILLO
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Maneras de Vivir | "El peso de la tradición sigue siendo importante pero, como en muchas otras partes, hay una búsqueda por adaptarse al presente. De la mezcla de ambos elementos, y cómo se realice, resultará el Burgos del futuro"

Graduación

¿Qué es? El final de lo nuestro. Hoy terminamos 'Burgos para principiantes' y te gradúas.

Edad. Empezamos con este asunto en una fecha tan exótica como el 29 de febrero de 2020, sin atisbar ni de lejos la que se nos venía encima. Estamos aquí pues desde hace un año y cuatro meses.

¡Vaya!, se acaba. ¿No sé qué haré los sábados a partir de ahora? Todo en la vida tiene un comienzo y un fin, y así ha de ser, tienes que lanzarte a explorar nuevos horizontes. Además, ahora conoces los usos y costumbres, glorias y miserias, tradiciones y mitos burgaleses y puedes ponerlos en práctica o huir de ellos y hacer exactamente lo contrario. Pero tienes dónde escoger.

Una opción es pasear la ciudad. ¿Pasear? Estoy empezando a arrepentirme de concederte el título de graduado en 'Burgos para principiantes'. Hemos dicho hasta la extenuación que aquí no se pasea, se sale a andar, sin medida ni fin, con el horizonte como destino, con la fe de los que creen seguir el único credo verdadero. Me decepcionas.

Perdona. Saldré pues a caminar. Eso es otra cosa, recuperas el diploma. En esas salidas de desgastar botas Quechua puedes perderte en los senderos de los alrededores o recorrer los rincones menos transitados de la ciudad, las periferias de los gustos mayoritarios, y recrearte en los detalles que lo cambian todo aunque casi nadie se fije en ellos.

Además, los lugares no son solo lo que ahora se ve sino también lo que fueron. Vas bien, pequeño saltamontes. En realidad, los burgaleses de hoy no somos los dueños de este territorio, a lo sumo llegamos a ser unos invitados, unos huéspedes temporales que tal vez dejemos una leve huella a los que vengan después. Por eso, caminando por cualquier calle puedes poner la antena y sintonizar los ecos de caballeros, reyes o descubridores que pisaron su suelo; o mejor aún, de lavanderas haciendo la colada en el río, niños llenando de juegos sus calles o artesanos trabajando a las puertas de sus negocios. Todo, de alguna manera, sigue ahí.

Solo de pensar en este tour me está entrando hambre. De eso también hemos hablado, no nos vamos a repetir. Pero ya sabes que desde lo clásico y la sencillez a la modernidad absoluta puedes llenarte la panza varias veces. Lo mismo te pueden apetecer unas patatas fritas de la bolsa amarilla con un trozo de morcilla que un pincho cuyo nombre incluye varias oraciones subordinadas. Lo encontrarás todo. Y de eso van, en cierto modo, estos tiempos.

No te sigo. Quiero de decir que aquí el peso de la tradición sigue siendo importante pero, como en muchas otras partes, hay una búsqueda por adaptarse al presente. De la mezcla de ambos elementos, y cómo se realice, resultará el Burgos del futuro. Esperemos que no resulte idéntico a otros muchos lugares, el problema del mundo actual uniformado, y tenga personalidad.

¿Se superarán los tópicos? De los tópicos lo hemos dicho todo también. Y sí, hace frío, la gente tal vez presente una simpatía diferida, la catedral y el Cid son archiconocidos, metemos arroz en tripa de cerdo y nos la comemos, pero hay vida más allá. Burgos (ciudad) es un lugar que resulta muy agradable a los que la visitan, por ejemplo, un fin de semana: es verde, abarcable, peatonal…; el Museo de la Evolución Humana nos ha puesto en el mapa y, cada vez más, se ha vuelto la mirada a esta inmensa provincia con una naturaleza asombrosa, el verdadero puntazo de este territorio. Tal vez estos sean los nuevos tópicos en el futuro. ¡Y ni tan mal!

Al final se trata de conocer lo que se tiene para poder apreciarlo. Y explicarlo. Por ejemplo, esta ciudad y las cosas que en ella pasan se entiende más por el hecho de que llegaron decenas de miles de personas del medio rural desde los años 60 que porque fuese Cabeza de Castilla hace nueve siglos. De esto se habla poco, menos tú y yo que le hemos dado con insistencia. Somos lo que somos porque venimos de donde venimos y está bien, sin complejos. Vivimos en un buen lugar, ojo, ni mejor ni peor que otros, en el que es posible tener una buena vida. Se trata de que hagamos lo posible para que eso suceda y aprovechar todas las posibilidades que ofrece.

Estoy de acuerdo. Una manera de acercarse a esas posibilidades que te recomiendo es intentar ser siempre un principiante, conservar la mirada curiosa y aproximarte a las cosas como si fuera la primera vez.

¿Me dices eso en el capítulo 61? ¿Qué hago ahora? ¿Me olvido de todo lo que me has contado? Ahora lo que vamos a hacer es celebrar tu graduación. ¿Nos tomamos unas cañas?

Perfecto. Invito yo. Te voy a llevar a una bodeguilla clasicona que he descubierto que te va a encantar. Ese es mi chico.

Si quieres parecer integrado. Actúa como un burgalés de manual: di 'le' en lugar de 'lo', presume de tu pueblo aunque sea un erial, quéjate los dos días que hace calor, bebe vino calentorro en el Parral, planta una huerta, hazte un selfie con la catedral de fondo y ponlo de perfil de wasap, lleva siempre chaquetilla… Si los de aquí lo hacen será que ayuda a la supervivencia.

Nunca, nunca nunca… Juzgues con dureza a los aborígenes y, sobre todo, nunca pierdas la curiosidad del principiante.

*Este artículo salió publicado en el suplemento Maneras de Vivir de la edición impresa de Diario de Burgos el 26 de junio de 2021.