Editorial

El fin de los aranceles entre EEUU y la UE revitaliza al sector agroalimentario

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El sector agroalimentario español está de enhorabuena tras el anuncio el pasado martes de una tregua de un lustro de los aranceles entre EEUU y la UE derivados del conflicto entre Boeing y Airbus. La noticia llegó con la primera visita al Viejo Continente de un Joe Biden que ha querido tender la mano a su socio europeo y suavizar las tensiones comerciales generadas durante el mandato de Donald Trump, eso sí, con la condición de que desde Bruselas se preste un mayor apoyo para hacer un frente común contra China. El conflicto entre EEUU y la UE deriva de las ayudas estatales que se conceden a los dos grandes gigantes de la industria aeronáutica, que ha supuesto el litigio más largo de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

En 2019, el país norteamericano estableció aranceles a diferentes productos que provenían de los países europeos que participaban en el proyecto de Airbus por un valor que superaba los 6.000 millones de euros y que afectaba de manera contundente, con un 25 por ciento de gravamen, a los productos alimentarios, que en el caso de España se concentraba en el aceite, los derivados del cerdo, el queso, el vino o las naranjas. Un año más tarde, la UE respondía con la imposición de aranceles a productos norteamericanos por cerca de 3.300 millones de euros. La guerra comercial significó una fuerte caída de las exportaciones españolas al otro lado del Atlántico y la paralización de los gravámenes por estos cinco años supone un espaldarazo para un sector que, tanto desde el Ministerio de Agricultura como desde las principales organizaciones agrarias, lo ha recibido con entusiasmo. 

La llegada de Biden a la Casa Blanca ha supuesto un cambio radical con respecto a su antecesor. El diálogo y el consenso se han impuesto a la unilateralidad y a la crispación. Fue el propio presidente de EEUU quien, en una de sus primeras decisiones tras la toma de posesión, paralizó los aranceles el pasado mes de marzo por un período que en principio se iba a prolongar durante cuatro meses, pero que finalmente se ha logrado prorrogar, al menos, hasta 2026. Los productores españoles de aceite consiguieron exportar más de 100.000 toneladas en ese período de tiempo en el que se impuso la tregua parcial. El sector del vino y los productores de los derivados del cerdo también aumentaron sus ventas.

Aunque todavía faltan por conocer algunos detalles del acuerdo, la suspensión de los aranceles aporta optimismo y esperanza a una industria agroalimentaria patria que se revitaliza y que tiene en EEUU su principal nicho de mercado. Ahora hay cinco años por delante para impulsar las exportaciones y también para tratar que esta medida no se quede sólo en un lustro, sino que sea definitiva. Bruselas debe responder al gesto de la Administración Biden que busca alianzas geopolíticas para contrarrestar el poder de China.