40 talleres pirata operan al calor de la inflación

FERNÁN LABAJO
-

La Policía Local extrema el control para que no repunten aprovechando el alza de precios y también la crisis de las materias primas. Utilizan naves viejas y garajes particulares

40 talleres pirata operan al calor de la inflación - Foto: Alberto Rodrigo

La crisis económica de hace una década fue un caldo de cultivo para que muchos mecánicos en paro, o incluso simples aficionados, decidieran ganar dinero haciendo chapuzas en sus propias casas o a domicilio. La patronal provincial de los talleres, Adeabur, se percató de esta situación y lo puso en conocimiento de la Policía Local. La Unidad Administrativa (UPAD) incrementó las inspecciones para erradicar esta práctica irregular. En la capital han detectado unas 40 naves y garajes en los que se llevaban a cabo arreglos de vehículos de manera ilegal. Tanto los empresarios del sector como el cuerpo municipal temen que con la inflación disparada y la escasez de materias primas esta actividad vuelva a repuntar.  

La propia Adeabur ha sido la que muchas veces ha dado la voz de alerta y no precisamente porque hicieran una labor persecutoria, porque los 'piratas' no se esconden demasiado. «Me he llegado a encontrar tarjetas de gente que no estaba dada de alta en tablones de anuncios de bares de los polígonos. También nos llegaban rumores porque la manera que consiguen clientes es, principalmente, el boca a boca», explica el secretario general, Gabriel Martínez. 

Reconoce que en muchos casos erradicar esta actividad es difícil porque a veces son «mecánicos a domicilio». Personas que acuden a una casa particular y hacen allí la reparación. «Esto se da mucho en el sector de la agricultura, con la maquinaria», puntualiza. La Policía Local ha detectado también garajes particulares de chalés adosados e incluso de edificios comunitarios. De hecho, en 2017 un párking ubicado en San Pedro y San Felices fue pasto de las llamas y dos personas, una de ellas menor de edad, resultaron heridas por la deflagración. Un suceso que sirvió para destapar otras lonjas irregulares en la ciudad. 

(Más información, en la edición impresa de hoy de Diario de Burgos)