Sanidad y Colegio trabajarán en la enfermería a la demanda

SPC
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Casado mediará ante Función Pública para el reconocimiento de la profesión en la estructura de la Consejería y creará grupos de trabajo para negociar reivindicaciones ya firmadas

El presidente del Consejo de colegios profesionales de Enfermería de Castilla y León, Alfredo Escaja, se reúne con la consejera de Sanidad. - Foto: Ical

La Consejería de Sanidad y el Consejo de Colegios Profesionales de Enfermería de Castilla y León podrían trabajar de la mano en la implantación de la figura de la enfermera a la demanda en los centros de salud urbanos, con la que se reduciría la presión asistencial.

El presidente del Consejo, Alfredo Escaja, aseguró, tras mantener una reunión con la consejera, Verónica Casado, que este concepto es “fundamental” en Atención Primaria para que “cada vez que un paciente necesite un servicio concreto no tenga que esperar a llamar por teléfono para obtener cita al día siguiente, sino que acude directamente a su centro de salud urbano y la enfermera le resuelve el problema”. “Si necesita tratamiento le derivará al médico y si es un asunto de educación para la salud o de dosis, la enfermera lo gestionará y le dará el alta”, dijo en declaraciones recogidas por Ical.

En este sentido, explicó que la “batalla” en este asunto es que Sanidad “quería convertir el servicio en un triaje”, es decir, que la enfermera “solo derivará los temas al médico sin resolver”. “Creemos que tiene conocimientos y capacidades suficientes para solucionarlo y de esa forma descargar la presión asistencial, que en centros urbanos es muy alta”.

De hecho, sostuvo que esta figura ya existe en otras comunidades autónomas, como en Cataluña, donde funciona desde hace 12 años y la presión ha descendido un 30 por ciento.

Escaja, quien aseguró salir “muy satisfecho” de una reunión reclamada en julio, se refirió también a otra de las peticiones del Consejo, el reconocimiento de la profesión en la estructura de la Consejería. “Hay ocho comunidades que tienen una dirección técnica para enfermería, cuando en Castilla y León se traduce únicamente en un servicio en la estructura administrativa”, aseveró el presidente de los enfermeros de la Comunidad, quien comentó que al menos ahora ya serán dos servicios.

En todo caso, según desveló Escaja, Verónica Casado se mostró de acuerdo con la petición del Consejo para que la enfermería esté reconocida a un nivel mayor y les mostró “todo el apoyo”. En este sentido, ella misma pedirá y mediará ante la Dirección General de la Función Pública, que “impide que un A2, que son los enfermeros, no pueden llegar a esos puestos mientras no sean A1”.

La consejera planteó la “imposibilidad y dificultades” sobre la propia estructura y que el “problema real” para el reconocimiento como profesión dentro de la estructura de la Consejería de Sanidad compete a Función Pública. “Ha asegurado estar totalmente de acuerdo. Se ha comprometido incluso a pedirlo ella misma. Ahí nos ha convencido, porque si Sanidad pide a Función Pública que la enfermería pase al grado A1 tenemos muchas posibilidades de conseguir algo que parece de justicia, porque somos graduados y no entendemos que pertenezcamos a una categoría distinta del resto”, reiteró Escaja.

Grupos de trabajo

Por otro lado, la consejera avanzó que se crearán grupos de trabajo, en los que se contará con el Consejo de Enfermería, para cumplir el acuerdo firmado en 2014 con la Junta, y prosiguió que está dispuesta “a cumplir todos para ponerlos en marcha en un tiempo corto”.

Estos grupos desarrollarán la plataforma de reivindicaciones de la profesión, ya firmada con el anterior consejero de Sanidad, Antonio Sáez, y que se publicó en una orden de la Consejería. Entre estas demandas se encuentran el desarrollo de las especialidades de enfermería, gestión a la demanda, el rol de la profesión en los crónicos, potenciar los cuidados domiciliarios y la continuidad asistencial entre Atención Primaria y Especializada. “Nos ha sorprendido porque la consejera se ha comprometido a ponerlo en marcha con grupos de trabajo y con la participación del Consejo y la Administración”, se felicitó.

Sin embargo, mostró el malestar de la profesión ante el planteamiento de que “faltan médicos y de que estas plazas se cubrirán por enfermeros”. “Estamos hartos de eso. “Nunca cubriremos una plaza de médico porque somos dos profesiones que hacemos cosas distintas”, reprochó Escaja, quien comentó que la consejera coincide en esta postura.

Mala distribución de enfermeras

Igualmente, destacó que en la Comunidad “no faltan enfermeras, sino que están mal distribuidas”. “Es una mala organización que nunca se ha afrontado”, incidió, para añadir que “se necesitan muchas en Atención Primaria, pero no tanto en hospitales” que, según opinó, “se están convirtiendo en geriátricos porque ya hay pocos pacientes agudos y la inmensa mayoría son pluripatológicos, que ocupan camas, con patologías crónicas y con una edad altísima”.

Por ello, apostó por “potenciar” la Atención Primaria, “pero no con los médicos, sino con enfermeras”. “Pero políticamente esto incorrecto porque los alcaldes de los pueblos dicen que a ellos no les quiten su médico”, respondió. Como ejemplo citó el sistema de salud del Reino Unido, que según los últimos datos tiene un déficit de 55.000 enfermeras. “El fracaso de su sistema público, que fue el modelo seguido en el mundo, comenzó porque se dejaron de contratar enfermeras en Primaria. O aquí se afrontan los temas seriamente o terminaremos igual”, advirtió Escaja, “independientemente”, dijo, del “problema serio” de sostenibilidad, que “se evitaría y mejoraría con más enfermeras en Atención Primaria”.

Por último, consideró que esta “mala distribución” a la que se refirió, “no afectará a la cobertura navideña porque hay enfermeras suficientes en el paro”.