Tras dos años de negociaciones sobre el convenio de los bomberos, el Ayuntamiento de Briviesca y la Diputación han llegado finalmente a un acuerdo. El municipio solicitó en su momento modificar algunas de las condiciones descritas en la documentación, entre las que se encontraba dejar de actuar en la zona de Abajas, Poza de la Sal, Lences y alrededores porque «con la distancia que separa estos pueblos de la capital burebana, resulta imposible atender una urgencia en menos de 30 minutos», explica Jesús Losúa, responsable del parque de la ciudad.

Como contraprestación, los profesionales briviescanos se ofrecieron a cubrir otros diez pueblos más cercanos, como Carrias, Villascusa la Solana, Valdearnedo o Cerratón entre otros, que hasta ahora formaban parte de los anexos de los bomberos de Belorado. «No pretendemos ocuparnos de menos localidades sino que queremos actuar lo más rápido posible para evitar daños. El trayecto en camión de Briviesca a Abajas se alarga casi una hora y el fuego no da tregua», explica Losúa. De las localidades que dejan de cubrir se encargarán los parques de bomberos de Burgos y de Oña.

El bombero hace mención de un episodio que sufrieron hace años en Poza, cuando recibieron la alerta de un incendio en la zona del castillo en plenas fiestas patronales provocada por los fuegos artificiales. «Tardamos en llegar y el fuego se expandió. Los vecinos nos recibieron con insultos por haber aparecido tan tarde e incluso recibimos amenazas y por poco nos vamos con golpes», añade. 

«El convenio firmado lo tenían que haber entregado hace más de un año», declara a DB el diputado y presidente de la comisión de Extinción de Incendios y Protección Civil, Ramiro Ibáñez, que añade que «a mi lo que me preocupa es que todos los pueblos estén bien atendidos». Finalmente, y después de varios intentos, en la base de datos del Ayuntamiento de Burgos «ya se ha realizado la modificación en los anexos de Briviesca, por lo que una vez quede firmado el acuerdo dejarán de dar asistencia en esta zona de la Bureba», manifiesta. Aún así, Ibáñez aclara que «nunca ha existido entre el municipio y la administración provincial un problema de funcionamiento sino de modificación de la base informática, que no se ejecuta cada día», añade.

Losúa, consciente de que la Diputación ha admitido el cambio, espera recibir los anexos en los que se refleja las localidades que hay que atender y el plano. El bombero afirma que a la solicitud la acompañó «un estudio en el que se demostraba las distancias entre los pueblos y las carreteras de acceso para justificar que la modificación tenia sentido». 

En Briviesca esperan ansiosos la llegada de la documentación para cerrar un capítulo que tantos desacuerdos ha generado.