Evaristo Arzalluz

Plaza Mayor

Evaristo Arzalluz


La guerra de las antropologías

11/05/2022

Lo que nos estamos jugando en la guerra de Ucrania no es solo que un país pierda un trozo de su territorio en favor de otro. Lo que nos jugamos de verdad es algo muchísimo más importante: que prevalezca en el mundo un concepto de persona u otro. Eso es lo más importante, lo que condiciona absolutamente todo lo demás.

El hombre (y la mujer) tienden al mal. Pueden hacer cosas buenas, pero para eso hay que superarse porque la tendencia es al mal. Este es el concepto que prevalece a este lado del mundo: Europa, América y Australia. Es la antropología cristiana. 

El hombre y la mujer son buenos, es la sociedad la que los malea; reformemos, por tanto la sociedad, construyamos el paraíso en la tierra y que el hombre (y la mujer) se limiten a obedecer. Es el concepto que prevalece al otro lado del mundo: Asia. Es lógico que en un ambiente así haya arraigado mejor la ideología marxista: China (que es el verdadero peligro), Corea del Norte, Vietnam, Camboya … y Rusia, donde la religión ortodoxa añade otro ingrediente, el cesaropapismo, que consiste en que el clero se pone al servicio del poder civil, el de la URSS antes y el de Putin ahora.

Pues bien, Ucrania está en medio: es zona de frontera, de fricción entre las dos antropologías, porque es un país en el que predomina la religión católica al oeste y la ortodoxa al este. Allí nos jugamos cuál será la antropología dominante, la del individuo libre o la del individuo sometido al Estado. 

En nuestro bando jugamos con desventaja porque tenemos dos problemas: 1) la libertad debería ir respaldada por la responsabilidad, y no está siendo así; 2) hay una quinta columna, los marxistas, que comparten el concepto de persona del otro bando. En el bando contrario no tienen esos problemas porque al no haber libertad la responsabilidad no es exigible, y tampoco puede haber quintacolumnistas, porque no hay libertad de pensamiento ni de expresión: a la mínima te envenenan.