Industria pedirá a Montefibre los 5 millones del Reindus

R.C.G.
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El Ministerio confirma a la plantilla que los 5 millones no se han invertido y el futuro de la fábrica en Miranda es incierto

La plantilla celebró ayer una asamblea en la puerta de la fábrica. - Foto: R.C.G.

Montefibre tiene un mes para justificar ante Industria una moratoria en la transformación de la planta a fibra de carbono o deberá devolver cinco millones de euros del Plan Reindus. El plazo para ejecutar las obras para las que fue concedida la ayuda finaliza a mediados de abril, pero como pudo constatar el Ministerio en su última visita a las instalaciones, los trabajos ni siquiera se han empezado. La única solución es que la empresa  pida una prórroga, pero de momento tampoco ha presentado la documentación requerida por la administración pública. 

Industria confirmó tanto a la plantilla como al Ayuntamiento en la reunión mantenida recientemente en Madrid, que Montefibre no ha invertido ni un euro del Reindus en sus instalaciones, por lo que ahora mismo su futuro está en el aire.

Según los datos expuestos en dicha cita, la compañía no ha renunciado voluntariamente a una segunda aportación del Reindus, como ha anunciado en innumerables ocasiones, sino que no fue capaz de presentar el aval necesario para percibir esos once millones. 

Tampoco la llegada de los esperados fondos europeos está clara, y en caso de percibirlos, no será a corto plazo. «No esperábamos que la bola de mentiras fuera tan grande», lamenta con sorpresa el comité. 
Industria dejó claro que el proyecto de Montefibre es «muy interesante» porque la fibra de carbono es un sector con futuro, motivo por el que las administraciones se han volcado en los últimos años en ofrecer todo su apoyo a Praedium, pero «no ven ningún tipo de respuesta» por parte del grupo liderado por Alfonso Cirera. 

Y es que además de no haber avanzado en la transformación de la fábrica, la dirección incumple reiteradamente todos los requerimientos, no hay constancia de que haya iniciado los trámites para optar al Plan Feder, debe cinco nóminas y tiene dificultades para cumplir con el calendario de pago a los acreedores. 

Con este escenario, el Ministerio fue tajante: la viabilidad de Montefibre no depende de las ayudas sino de la llegada de un nuevo inversor que aporte capital. En caso contrario, «la planta tarde o temprano está condenada al cierre, porque más dinero público no le van a dar si no ven pasos por su parte. Ya no saben si Praedium realmente tiene interés en mantener esta fábrica», aseguran los representantes sindicales, que trasladaron ayer sus impresiones al resto de compañeros en una asamblea celebrada en la puerta de la fábrica.

La situación de incertidumbre ha llegado a un punto que la plantilla ni siquiera sabe si en abril tendrá que regresar al trabajo porque se acaba el ERTE vigente y Cirera «hace tiempo que no da señales ni se presenta a las reuniones». 

Los trabajadores pedirán por escrito al Ministerio que investigue la situación concursal de Montefibre porque «no entendemos como se permite que genere nueva deuda». También pedirán retomar el contacto con las multinacionales que en los últimos tiempos han mostrado interés real en adquirir la planta.