No hay nada que esté más de moda que el uso de filtros en las redes sociales. Que me sobran unos kilitos, aplico un filtro; que no me gustan la forma de mi nariz, mi color de piel o que quiero hacer desaparecer un grano, no es problema; unos retoques digitales y listo para lucir perfecto en las redes. Este jugar con la imagen que parece algo gracioso, divertido e inofensivo no lo es en absoluto, sobre todo si tenemos en cuenta que los que usan de forma masiva estas herramientas son niños y adolescentes, muchos de los cuales pueden acabar con serios trastornos psicológicos fruto de una preocupación excesiva por la apariencia física y por no poder alcanzar un ideal de belleza que es irreal.

Los cambios no siempre se quedan en el plano virtual. Cada vez más profesionales de la medicina estética hablan de pacientes que acuden a sus consultas solicitando retoques para parecerse a sus propias fotos modificadas; otros, no dudan en poner en riesgo su salud por verse más favorecidos. Ahí tenemos el caso de la influencer valenciana que no ha titubeado a la hora de tatuarse el iris para conseguir pasar de unos ojos color castaño a otros 'azul Formentera', aún a costa de hipotecar su salud ocular.

Precisamente, detrás de esta obsesión por llegar a ciertos cánones de belleza, a veces ridículos y estrambóticos, están el ejemplo y las tendencias que marca la influencer de turno que, como en este caso, se dedica a promocionar los servicios de una clínica oftalmológica que busca nuevos clientes o el de algunos famosos que cometen verdaderas aberraciones estéticas, en su afán por mantener la juventud o conseguir una supuesta imagen perfecta, que muchos no dudan en imitar.

Deberíamos reflexionar sobre lo que estamos haciendo mal porque no es normal que una sociedad acepte, cada vez con mayor naturalidad, que esto suceda en lugar de preocuparse por educar a los más jóvenes en la aceptación de sus propia imagen y en el fortalecimiento de su autoestima, o que no valore por encima de otros comportamientos el de aquellos famosos que se muestran tal como son y a las empresas y marcas que rechazan para su promoción el uso de filtros y retoques y que no pone coto a aquellos que hacen todo lo contrario.