«El mundo agrario está soportando un ataque brutal»

I.L.H.
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ENTREVISTA| Periodista y colaborador de Diario de Burgos, es autor de 'La tierra de Álvar Fáñez', 'El rey pequeño' o 'La canción del bisonte'. Nació en 1953 en Guadalajara, zona a la homenajea en 'Tierra vieja', libro que presenta en el MEH el martes

Antonio Pérez Henares, escritor y periodista, autor de 'Tierra vieja', libro que presenta el martes en el MEH (20.15 horas). - Foto: Juan Lázaro

El Museo de la Evolución Humana acoge este martes (20.15 horas) la presentación del último libro de Antonio Pérez Henares, Tierra vieja, una novela que en los últimos meses se ha mantenido entre los cinco libros más vendidos de género histórico narrando el acontecer de unos pueblos, la solidaridad vecinal y las inquinas en plena Edad Media, cuando además de labrar la tierra había que defenderla en batallas propias y ajenas. «Estoy muy contento de que esté llegando al público, de la importante repercusión en las reseñas y sobre todo porque he hecho presentaciones por pueblos pequeños de mi entorno, porque esta novela es también una deuda que yo pago a mi tierra y a las gentes que la poblaron y la repoblaron, que perseveraron y perseveran». En Tierra vieja el escritor y periodista viaja a los siglos XII y XIII de la Extremadura castellana para contar, con la voz de la gente corriente, la vida rural empezando por Bujalaro, su localidad natal y entonces un pueblo abandonado que en esa época va a ser poco a poco repoblado por labradores, campesinos y pastores.

Su padre y su abuelo aparecen en el libro de alguna manera. Ya solo por eso es su obra más personal, pero ¿qué otras connotaciones hay?
He querido rendir un homenaje a esa tierra que hasta los años 50 del siglo pasado se cultivaba prácticamente igual que en la época de la Reconquista. Las labores que mi padre me dejó escritas o lo que cuenta el Romance de la loba parda que me enseñó mi abuelo siguen ahí, y quiero recordarlo y recordarles.Con una intención también muy clara: se ha contado siempre la historia medieval con el nombre de los reyes y los grandes héroes, de sus batallas, pero no se ha contado la vida cotidiana y sus peleas diarias para aguantar la tierra y sus fronteras, que fueron los que ensancharon Castilla. Esa gente que estuvo con un arado en la mano y en la otra una lanza, que defendió la tierra y la hizo grande.

¿Busca que nos sintamos herederos?, porque pocos hay que desciendan de reyes y en cambio la mayoría somos hijos del pueblo llano.
Eso es, has dado en el clavo. Lo que quiero decir es que nuestros antepasados, los de todos aunque ahora vivamos en ciudades, fueron héroes y de verdad admirables. Fueron los que perseveraron en esa tierra, que pelearon, vencieron, murieron... ¡Mira que era dura la vida entonces! Castilla fue ganando y ensanchando por ellos, porque fueron yermando el otro lado de la frontera y aguantando.

Lo consiguieron haciendo comunidad, luchando todos a una. ¿Somos capaces hoy de sumar como ellos en un frente común?
Entonces los reyes hicieron algo que lo cambió todo:los fueros. La Edad Media española es muy diferente a la del resto de Europa que tenía grandes siervos y señores feudales. Aquí siervos de ese tipo hubo muy pocos y los que lo eran se fueron precisamente a estas tierras de frontera. Porque los reyes les daban terreno que podían cultivar (unas cien fanegas, 30 hectáreas), tener ganados, leña y montes, o poner colmenas. Y esas tierras eran suyas y las podían pasar a sus herederos. Vinieron muchos porque todo eso les dio dignidad, y podían elegir a sus alcaldes, y ponían las cosas en común. Esas gentes también tenían derechos. Si tenían un caballo y una lanza y armas que fueran de hierro servían al rey. Yempezaron a tener voz en los concejos y luego en las Cortes de León, que fueron las primeras de España... aunque eso también se nos olvide.

¿Nos falta ahora dignidad, entonces, para ir todos a una más allá de las reacciones a las catástrofes?
Se nos ha olvidado que en los pueblos siguen existiendo lo de la labores  colaborativas. Lo hemos visto en los incendios, aunque a algunos les echaran. Las brigadas forestales deben trabajar coordinados con los vecinos. Y no se está haciendo. Eso es un fallo de sentido común. En los pueblos se ha trabajado siempre entre todos por el bien de los montes. Pero ahora no les dejan...

El pueblo llano es el que hizo grande a Castilla y a los jóvenes hay que decirles que sus antepasados fueron héroes»

Esta época de la Edad Media la afrontó ya desde el otro lado, con Alfonso VIII en El rey pequeño y La tierra de Álvar Fáñez. ¿Por qué vuelve a recurrir a ese periodo?
Quizá porque he nacido a la sombra de los castillos, el de Bujalaro, que ya no queda pero lo hubo, y tengo a tira piedra el de Jadraque. Soy un heredero de esas gentes. Yo creo que el mensaje para los jóvenes desarraigados de las ciudades podía ser este: oye, que tenéis historia, que vuestros antepasados fueron héroes. 

¿Qué nos falta hoy para ser héroes?
Honradamente creo que lo somos. Cuando veo a la gente perseverando delante de la adversidad, de los incendios por ejemplo, veo que son héroes como aquellos. Aunque tampoco les demos el protagonismo que se merecen. En estos momentos hay algo de esa tenacidad. O así quiero verlo.

¿Qué se puede hacer hoy, más allá de promesas políticas vacías, para que no mueran los pueblos?
A lo largo de la historia ha habido pueblos que han desaparecido y hay que tenerlo en cuenta. Si en un momento determinado la gente no quiere vivir en ellos... Y el ser humano tiene predilección por las grandes ciudades, eso hay que asumirlo.

La Edad Media se ha contado siempre con el nombre de reyes y batallas, pero no se ha hablado de la gente común»

Pero igual se opta por una gran ciudad porque no hay servicios en las zonas rurales.
Eso es una cosa. Pero en realidad quizá no te guste el campo, porque se ha visto con la pandemia, que la gente regresó y luego se ha vuelto a ir. Y por cómo se les trata a los que allí viven. Hoy he de decir que la inmensa mayoría de los pueblos tienen buenos servicios. Yo he crecido sin calles asfaltadas ni agua corriente. Solo hay que verlos en verano: tienen servicios. 

Depende qué servicios. Internet no llega a la mayoría y hoy sin la red no puedes vivir ni trabajar.
Efectivamente. No se pueden retirar servicios sanitarios, y se está haciendo, e internet es fundamental. Dicho esto es un mundo agrario. Y lo que están soportando es un ataque brutal a todo: desde su economía a la forma de vida. Está absolutamente aplastado por unas normas hechas siempre por gente que no tiene ni la más remota idea de eso. Yque llegan a la caricatura, como tener que registrarte si tienes más de cuatro gallinas. Pero lo terrible de verdad es que para que sobreviva no es cuestión de ayudas, sino de precios justos. Es intolerable que un agricultor o ganadero cobre menos por lo que produce que lo que le cuesta. Lo que funciona en el mundo rural es lo agropecuario, así que salvemos lo que tenemos.  

¿Por qué lo de 'tierra vieja'?
Porque ha sufrido mucho, se quemó, se desarraigó y luego volvió a coger un brote hasta conseguir devolverle la vida. Porque lo que quiero es que esta tierra rebrote y le llegue la primavera. Sin embargo se está maltratando y atacando ese modo de vida, como lo de denunciar el sonido de las campanas o el del gallo. Eso pasa porque hay un sentimiento de superioridad de la capital cuando en realidad el verdadero refugio es el campo, que es además de donde comemos.

¿Su refugio está en el entorno rural?
Sí, y ni siquiera, porque estoy solo y no hay nadie en siete kilómetros a la redonda. Es un pequeño monte cerca de Albarate de Zorita. Y en Bujalaro mantenemos la casa familiar.

Se nos olvida que en los pueblos siguen existiendo las labores colaborativas. Aunque ahora haya veces que no les dejan»