La asociación de comerciantes Centro Burgos quiere dar un impulso a su concurso anual de escaparates, que celebra su cuarta edición. Para ello, se ha puesto en contacto con la Escuela de Arte y Diseño de Burgos con el fin de que sus alumnos se impliquen en la iniciativa y plasmen sus creaciones en los establecimientos del casco histórico. La dotación educativa ha recibido con agrado la propuesta y medio centenar de estudiantes, de los grados de Diseño de Moda y Diseño de Producto, ya se encuentran trabajando en el proyecto.

Previamente, han mantenido contacto con los empresarios de los 22 negocios participantes en el certamen, con los que han acordado la línea que seguirán sus diseños, ya sea poniendo en valor el producto que vende cada negocio o dejándolo en manos de sus creadores. «Habrá conceptos más tradicionales y otros más modernos, como sugerencias que evocan a la primavera o el verano», explica Raquel Soto, profesora de la escuela.

Soto precisa que, en ningún caso, se tratará de obras que han realizado los alumnos dentro de sus estudios, sino que el objetivo pasa por «crear algo nuevo para cada comercio». En este sentido, destaca la importancia del escaparatismo, como «ese vendedor silencioso» que, como ya ocurre en otros lugares, permitirá ofrecer una «nueva visión de la capital burgalesa». Se tendrá muy en cuenta la iluminación, el espacio y la estética.  

La muestra se desarrollará del 9 al 13 de mayo y estará inspirada en el eslogan de la asociación de empresarios El comercio es vida. «Estamos seguros de que será una feria única y singular que puede convertirse en referente artístico y comercial», señalan fuentes de la entidad, quienes subrayan la importancia de vincular a los nuevos jóvenes creativos con «el espejo más vital y que mejor refleja el latir y sentido de la ciudad».

Se trata de la primera colaboración de la Escuela de Arte y Diseño con Centro Burgos, aunque su relación con este sector no es nueva. En años anteriores, el centro ha trabajado con la Cámara de Comercio en el proyecto La Mirada Curiosa. Los escaparates también eran objeto de atención para mostrar en este caso las obras de los alumnos a través de una mirilla en los cristales que despertaba la atención de los clientes. La muestra culminaba en un concurso en el que ciudadanos y profesores valoraban los diseños a través de una votación realiza en redes sociales.