El estudio de Alternativa por el Tren para adaptar las vías a la alta velocidad en lugar de duplicar la infraestructura existente entre Burgos y Vitoria, como figura en el último informe gubernamental, está terminado. Entre sus principales propuestas para la ciudad del Ebro se encuentra el soterramiento de las vías desde el edificio de Adif, en la calle Máquina de Vapor, hasta la estación de autobuses, en la intersección entre la Ronda del Ferrocarril y la calle Altamira. Desde esta plataforma ciudadana rechazan la creación de un baipás en Miranda, por lo que consideran que su propuesto, aproximadamente 160 millones de euros, debería emplearse para ocultar los vagones bajo el suelo y mejorar la movilidad del municipio.
En concreto, el estudio de ingeniería encargado por Alternativa por el Tren valora que el soterreamiento costaría cerca de 125 millones. O lo que es lo mismo, no solo uniría Las Matillas con el centro como demanda el barrio desde hace años, también reduciría la inversión del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana en 35 millones de euros, solo cambiando el plan del AVE para el tramo de Miranda. Unido a ello, otro de los puntos fuertes del proyecto pasa por potenciar los trayectos de mercancías intermodales.
En este sentido, creen que resulta necesario aprovechar «el importante centro logístico ferroviario» que se está creando entre Pancorbo, Miranda, Arasur y el futuro puerto seco de Bilbao. Para fomentar una gran explotación de estos vínculos han diseñado la implantación de un nuevo puesto de adelantamiento y estacionamiento de trenes. Además, reclaman mejoras en el cargadero situado junto a Rivabellosa, puesto que eso facilitaría las conexiones existentes entre en la ciudad del Ebro y el polígono alavés.
En resumidas cuentas, pretenden con ello sacar partido de las «sinergias» y construir un «polo de atracción» conjunto que se alce como una referencia del transporte de mercancías a nivel nacional.
Aunque el plan diseñado abarca muchos kilómetros, también al sur y al norte de Miranda, y tiene bastantes aspectos de trascendencia, el que más influye en la vida cotidiana del municipio es el soterramiento de las vías. Si se ejecutara, según el equipo de ingenieros contratado por Alternativa por el Tren, se abrirían dos calles nuevas para coches, hacia el polígono de Las Californias y hacia Las Matillas. Además, se instalarían en el resto del terreno accesos óptimos para los desplazamientos de peatones y de ciclistas.
Aunque la plataforma acumula meses colaborando con otros colectivos de zonas afectadas por el proyecto del AVE entre Burgos y Vitoria, aún no han llevado a cabo la «socialización» de sus ideas. Si bien, antes del verano ya expusieron algunas pinceladas básicas del estudio, será ahora, en septiembre, cuando muestren el diseño final en lugares como Las Matillas. A priori, parece que su propuesta debería tener buena acogida, en tanto que daría una solución diferente a un problema que se mantiene desde hace años en la mesa. Por ejemplo, este barrio apoyó a principios de 2022 el modelo de Cero Emisiones, que consistía en levantar una pasarela peatonal. Es decir, en este caso, aparentemente, también podrían estar en consonancia.
N-I. El barrio mirandés de Las Matillas está apartado del centro de la ciudad por unos doscientos metros, pero para llegar hasta él debe recorrerse más de un kilómetro. Si se soterraran las vías del tren, este problema acabaría. Eso sí, seguiría encontrándose la Nacional-I como barrera y, por ese motivo, en Alternativa por el Tren defienden que también habría que ocultar esta carretera bajo el suelo. Pese a que no han delimitado aún cuánta distancia de esta calzada debería taparse, una cosa está clara: se daría continuidad a la movilidad urbana y se conseguiría aumentar la seguridad.