Las comunidades de regantes: modernizarse o extinguirse

LETICIA NÚÑEZ
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Canales como el de Guma o La Vid ya tienen sus redes renovadas, no así los de Arandilla o Coruña del Conde. Mientras, en el de Zuzones se preparan primero para realizar una reconcentración parcelaria

Paco, uno de los trabajadores de la Comunidad de Regantes de la Reina Victoria Eugenia, junto a la presa situada en la localidad ribereña de Guma. - Foto: Leticia Núñez

Las comunidades de regantes que existen desde hace décadas en diversas localidades de la Ribera del Duero atraviesan un momento clave. Tienen que decidir si modernizan sus infraestructuras o si, por el contrario, caminan hacia la extinción. No hay término medio. 

Algunas redes se hallan obsoletas, de forma que, al existir roturas, el agua que se distribuye por ellas se pierde. Lo ideal, por tanto, pasa por construir una balsa para recoger el agua durante el invierno, especialmente aquellas comunidades que no tienen garantizado el caudal, y así en verano podrían regar con el líquido acumulado. La modernización también implica que las acequias deben estar entubadas. Después, desde la estación de bombeo, impulsada ya sea con electricidad o placas solares, el agua fluye de la balsa a las acequias y de ahí al hidrante. Finalmente, cada agricultor engancha su cañón, aspersores o goteo. 

Se trata de un proceso clave para las comunidades de regantes, desde Guma hasta Quintana del Pidio pasando por Peñaranda de Duero. La finalidad, como subraya Mónica Agüera, al frente de la gestión de las mismas, radica en modernizarse para evitar extinguirse. «Si no lo hacen, corren el riesgo de que la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) les extinga las concesiones. Muchas redes están destrozadas y otras, en desuso», apunta, al tiempo que explica que el organismo pretende hacer un registro de todas las concesiones y eliminar las que no se utilizan para saber realmente con qué recursos hídricos se cuenta y qué zonas se pueden incluir en regadío. 

En este debate se hallan, por ejemplo, los 208 usuarios de la Comunidad de Regantes de Arandilla. En mayo votaron ‘no’ a modernizar sus 204 hectáreas de regadío, a pesar de que el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl) iba a sufragar el 71% del proceso. Ahora, de cara a la segunda asamblea general podrían retomar la iniciativa y así evitar que sus terrenos de regadío pasen a secano. 

Donde, en principio, sí que están dispuestos a realizar la modernización de sus parcelas es en Coruña del Conde, cuya comunidad de regantes cuenta con 112 usuarios y 70 hectáreas. Sin embargo, dada la reducida superficie de cultivo tendrían que agruparse con otro municipio ya que el Itacyl no suele impulsar la modernización por debajo de 150 hectáreas. Un problema similar al que se enfrentan en Peñaranda de Duero, con más propietarios (437) que hectáreas (270). Así las cosas, aunque llevaran a cabo una reconcentración, saldrían fincas muy pequeñas.

Mientras, en el canal de Zuzones, del Estado, también se prevé llevar a cabo una modernización ya sus redes están obsoletas. No obstante, primero deben hacer una reconcentración parcelaria. En esta comunidad, que integra los pueblos de San Juan del Monte,Zuzones y Langa y cuenta con 445 propietarios y 275 hectáreas, será el Itacyl de Soria el que impulse la renovación de la infraestructura. Si todo marcha de acuerdo con los plazos previstos, en un periodo de entre cinco y siete años se podría conseguir tanto la reconcentración parcelaria como la modernización.

Las ya modernizadas. La Comunidad de Regantes del Canal de Guma, cuyo nombre completo es Comunidad de Regantes de la reina Victoria Eugenia, es la más grande de la zona. Se constituyó en 1906, tiene unos 1.900 usuarios, 3.300 hectáreas e incluye las localidades de Fresnillo de las Dueñas, Vadocondes,Fuentespina, Aranda, Hoyales, Berlangas de Roa, Roa de Duero y Castrillo de la Vega. Se modernizó desde 2005 y dispone de cuatro estaciones de bombeo y otras cuatro balsas. 

El canal de La Vid, con 90 usuarios y 456 hectáreas, también está modernizado y funciona de forma similar al de Guma. Por su parte, en el canal de Aranda, con 1.900 usuarios y 2.300 hectáreas, la renovación se hizo de «una forma particular», sin estaciones de bombeo ni riego por presión. Finalmente, en Quintana del Pidio, con 75 usuarios y 150 hectáreas, prevén colocar placas solares una vez que instalaron una balsa de regulación.